PRAGA.- El Primer Ministro checo, Milos Zeman, rechazó una solicitud de Cuba, de que reconozca la falta en el caso de sus dos compatriotas encarcelados en La Habana por reunirse con disidentes de la oposición.
El gobierno del Presidente cubano, Fidel Castro, encarceló el 12 de enero al ex Ministro de Finanzas Ivan Pilip y al ex Líder Estudiantil Jan Bubenik por presunto "contacto subversivo" con miembros de la disidencia cubana y ahora amenaza con llevarlos a juicio.
El gobierno cubano aparentemente ofreció el miércoles una salida al incidente, indicando en un documento entregado a enviados extranjeros que Praga debería admitir que lo que hicieron los checos detenidos estuvo mal y "apelar a nuestra generosidad".
Sin embargo, Zeman dijo que Castro no tiene razón para obrar de esa manera.
"No ha habido ninguna acusación formal ni pruebas contra los dos ciudadanos, de modo que no veo razón para pedir perdón en este asunto", dijo Zelman en una conferencia de prensa el viernes.
Los arrestos, considerados como medidas más severas que otras acciones de Cuba en casos de extranjeros que se han reunido con disidentes en el pasado, generaron protestas en Washington y la Unión Europea.
El incidente también deterioró aún más las ya frágiles relaciones entre los ex aliados de la era socialista. Cuba ve a los checos, que derrocaron el Comunismo en 1989, como aduladores de Estados Unidos.
Las diferencias aumentaron el año pasado cuando la República Checa copatrocinó una resolución de Naciones Unidas contra presuntas violaciones de los derechos humanos en Cuba.
Los familiares de los detenidos viajaron a Cuba y fueron autorizados a visitar tanto a Bubenik como a Philip, quien es actualmente diputado de la oposición. Ambos fueron reportados en buenas condiciones.