BYERS, Colorado.- Después de inspeccionar los restos dispersos semisepultados bajo la nieve en un radio de kilómetro y medio, los investigadores tratan hoy de determinar si un avión contratado por la Universidad del Estado de Oklahoma fue sometido al proceso de deshielo antes del despegue.
"Nos espera una tarea minuciosa y agotadora en condiciones meteorológicas poco propicias", dijo ayer John Hammerschmidt, titular de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte.
Diez personas, incluyendo dos basquetbolistas de Oklahoma State y seis auxiliares del equipo, murieron el sábado cuando el bimotor en que viajaban se estrelló en un campo. El avión había despegado del aeropuerto de Jefferson County bajo ligera nieve y una visibilidad de kilómetro y medio.
la tripulación se le advirtió que se podía formar hielo en las alas, pero los investigadores aclararon que las condiciones climáticas no eran tan adversas como para que las autoridades impidieran el despegue del aparato.
El Beechcraft King Air 200 Catpass era uno de tres aviones que transportaba al equipo de básquetbol de la universidad y los auxiliares del equipo de regreso a Stillwater, Oklahoma, después de perder con Colorado en Boulder.
Los tripulantes no emitieron ningún mensaje de alarma antes del accidente, dijo Arnold Scott, de la junta.
Entre las víctimas se encuentran los jugadores Nate Fleming y Daniel Lawson, el empleado de información Will Hancock, el director de operaciones de básquetbol Pat Noyes y el entrenador Brian Luinstra.
El pesar era palpable en Stillwater, Oklahoma, en una jornada lluviosa y triste.
"Es como si hubiese muerto parte de la universidad", comentó Justin Battista, un estudiante, mientras se dirigía ayer a escuchar misa.