CAMP ZEIST.- Un tribunal escocés condenó hoy al libio Abdel Basset Ali al-Megrahi por homicidio, en la destrucción de un avión de Pan Am en 1988, sobre Lockerbie, Escocia, que dejó un saldo de 270 muertos. El otro acusado libio fue absuelto.
"Culpable", dijo el presidente del tribunal, Lord Ranald Sutherland, al referirse a al-Megrahi. "No culpable", añadió, al aludir a Lamen Khalifa Fhimah.
El veredicto se registra tras una investigación de 12 años y un proceso que costó 80 millones de dólares.
Muy difícilmente el dictamen brinde a las familias de las 270 víctimas un sentimiento de conclusión, tras nueve meses de audiencias en un tribunal especial en Holanda presidido por magistrados escoceses.
Aún antes de formularse el veredicto, algunos familiares de las víctimas dijeron que pensaban continuar investigando el caso.
"Hay muchas preguntas todavía sin responder", dijo Jim Swire, vocero de las familias británicas. "Debemos saber quien ordenó este acto vil, y por qué nuestros seres queridos no fueron protegidos", añadió. Swire perdió a su hija en el atentado.
El vocero dijo que es necesario determinar cómo el gobierno británico y los servicios de inteligencia lidiaron con el caso Lockerbie.
La fiscalía acusó a los dos libios de introducir una maleta cargada de explosivos en un vuelo que se dirigía a la isla mediterránea de Malta. La maleta fue transferida a otro avión en Francfort, Alemania, y luego al avión de Pan Am en Londres.
Los explosivos estallaron cuando el avión se hallaba a más de 10.000 metros de altura, causando la muerte de 259 pasajeros y tripulantes. Otras 11 personas murieron en tierra, en Lockerbie, al ser alcanzadas por restos del avión. Un total de 189 norteamericanos murieron en el atentado.
El dictamen significa que Fhimah, de 44, podrá abandonar Camp Zeist inmediatamente y volver a Libia. En cuanto a Al-Megrahi, de 48 años, tiene 14 días para apelar la condena, que acarrea una sentencia de cadena perpetua en una cárcel escocesa.