QUITO.- En un esfuerzo por detener la escalada de la crisis indígena, tras la violenta jornada del lunes, el Presidente de Ecuador, Gustavo Noboa, accedió este martes a negociar personalmente con los dirigentes del levantamiento, mientras las carreteras siguen cerradas y las ciudades sitiadas por manifestantes.
"Este es un gesto más de buena voluntad del gobierno", aseguró el portavoz presidencial, Alfredo Negrete, al anunciar la aceptación de Noboa a la demanda de los líderes indígenas, que se negaron a reunirse con la comisión oficial, integrada por el vicepresidente Pedro Pinto y cuatro ministros. El diálogo ocurrirá "lo antes posible", agregó.
El diálogo directo fue acordado un día después de que una serie de enfrentamientos en la ciudad amazónica de Tena causaron dos muertos, cuando el ejército intentó reabrir dos puentes tomados por grupos de indígenas armados, que después atacaron el aeropuerto de la ciudad e incendiaron la torre de control.
A pesar del estado de emergencia declarado el viernes, el gobierno no ha ordenado la movilización militar para detener el levantamiento de los indígenas, que por noveno día consecutivo mantienen cerrado el paso a todo lo largo de la región andina ecuatoriana, por lo que la escasez y el encarecimiento de alimentos y combustibles se agrava con rapidez.
La escalada de la crisis coincidió con el inicio de negociaciones, que sólo duraron dos horas. Los indígenas, que inicialmente pidieron derogar los aumentos del gas, los combustibles y el transporte, ahora tienen una "plataforma de lucha" de 31 puntos, a los que se sumó ayer la exigencia de renuncia de los ministros de Interior, Juan Manrique, y de Defensa, Hugo Unda, a quienes acusan por la "brutal represión contra el pueblo que se muere de hambre".
La delegación al diálogo con el Mandatario Noboa será encabezada por el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Canaie), Antonio Vargas, miembro del triunvirato que pretendió asumir el poder hace 13 meses, cuando un intento indígena-militar de golpe de Estado forzó la salida del Presidente Jamil Mahuad y su reemplazo por el vicepresidente Gustavo Noboa.
Vargas, identificado con la línea dura del movimiento indígena, se benefició después de un indulto pedido por Noboa. Además de la aceptación del Presidente a negociar en persona, el gobierno dijo este lunes que mientras dure el diálogo no intentará reabrir los caminos bloqueados ni romper el cerco a las ciudades sitiadas. Se comprometió, además, a no desalojar a los cerca de 3.000 indígenas que acampan desde el lunes 29 en una universidad católica del norte de Quito.
