JERUSALEN.- Un agente de seguridad palestino murió en un tiroteo con tropas de Israel librado cerca de un asentamiento judío, un día después que ocho israelíes murieron embestidos por un autobús conducido por un chofer originario de la Franja de Gaza.
En represalia a la matanza, el gobierno dispuso un bloqueo a los territorios palestinos por aire, mar y tierra.
El hecho activó los temores en Israel sobre un agravamiento más severo de las relaciones con los palestinos. No se sabe con certeza cuándo se reanudarán las conversaciones de paz y se teme que el conflicto se tornará mucho más sangriento en el futuro cercano.
Desde que estalló la violencia, hace casi cinco meses, la cifra de muertes alcanza los 401, entre ellos 330 palestinos y varias docenas de israelíes.
El ataque con el autobús aceleró las gestiones de las dos principales fuerzas políticas en el estado judío, encabezadas por el primer ministro electo Ariel Sharon y su derrotado predecesor Ehud Barak, para formar un gobierno de coalición.
El negociador Haim Ramon, que pertenece al Partido Laborista de Barak, señaló hoy que las partes están muy cerca de un acuerdo al respecto.
Sharon y Barak han coincidido sobre una iniciativa de paz, que tendría como fin otro acuerdo interino con los palestinos, en lugar de un tratado definitivo.
Barak, por su parte, aún tiene que decidir si decide aceptar el pedido de Sharon de incorporarse en su gabinete como ministro de Defensa. Tras su aparatosa derrota en los comicios del 6 de febrero, Barak expresó su deseo de dejar la política en forma temporal.
En el más reciente episodio de violencia, el palestino murió en una zona próxima al asentamiento judío de Kfar Darom en la Franja de Gaza, informó el ejército israelí.
La víctima no estaba uniformada, pero portaba documentos que lo identificaron como un miembro de una fuerza policial palestino, según la versión castrense.
La policía palestina lo identificó como Nasser Hassanat, de 23 años, procedentes del campamento de refugiados de Deir El Balaha.