SANTIAGO.-
Tras casi tres meses en que el diálogo de paz entre el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) estuvo congelado unilateralmente por los insurgentes, el viernes último el Presidente Andrés Pastrana y el máximo líder guerrillero, "Manuel Marulanda", acordaron reiniciar el proceso para intentar detener la violencia que azota el país desde hace 36 años.
En una declaración de 14 puntos en que ambos personeros se comprometen a incentivar el diálogo como única salida al conflicto, este miércoles los representantes de las partes reiniciaron las conversaciones, las que, por cierto, esta vez están rodeadas por un espíritu distinto de querer alcanzar soluciones duraderas que cambien la convivencia social del país.
El representante diplomático de Colombia en Chile, Rafael Pérez, ve con bastante optimismo el nuevo proceso de conversaciones que se inició, pues tiene la convicción que tanto el gobierno como los guerrilleros han demostrado y se han dado cuenta que el diálogo es la única salida a la lucha armada y el narcotráfico.
La guerrilla ha mostrado su total rechazo al denominado Plan Colombia por considerar que encierra aspectos militares destinados a acabar con ellos, sin embargo, el Plan Colombia lejos de ser eso tiene un concepto social que está atrás, ¿cómo se compatibiliza ambos aspectos del plan?
- "El Presidente Pastrana está empeñado en invocar una justicia social que a nuestro interpretar consiste en hacer llegar bienestar, desarrollo, salud, educación e infraestructura a una serie de zonas apartadas del país que en este minuto carecen de todo ello. Precisamente son estas zonas en donde la guerrilla tiene mayor presencia y son estas también las zonas donde los cultivos de cocaína y otras sustancias son más abundantes".
"Son estas razones por las que el Gobierno diseña el
Plan Colombia, el cual está destinado a llevar asistencia social y progreso a estas zonas desposeídas. Cuando el Gobierno habla de alcanzar la justicia social, se trata justamente de eso, de sacar de la pobreza a miles de campesinos colombianos que, al no poder tener cultivos legales, tienen que recurrir a las plantaciones de cocaína para poder subsistir. Tan sólo un porcentaje muy pequeño del costo de implementar el plan - de 7 mil 500 millones de dólares- será destinado a funciones militares, como el entrenamientos de efectivos y equipo. El resto, aproximadamente 6 mil millones de dólares, está enfocado directamente a los campesinos para que éstos puedan reconvertir sus cultivos y abandonen las plantaciones ilícitas".
Junto con la entrega de seis helicópteros Black Hawk , el Presidente Pastrana anunció un fortalecimiento del Ejército para convertirlas en un "factor decisivo para la paz", ¿es eso una especie de advertencia a la guerrilla en el sentido de darles a entender que no pueden seguir perpetrando atentados y delitos como en forma casi impune?
-"Cuando asumió el Presidente Pastrana, en Colombia no había un solo soldado profesional que fuera especializado en el combate contra la guerrilla, combate que es sumamente especializado ya que no se trata de una guerra convencional, sino que todo lo contrario, pues se pelea con un enemigo del cual no se sabe en qué momento va a atacar".
"En ese entonces quienes combatían a la guerrilla eran bachilleres y reclutas que no tenían la experiencia ni preparación en este tipo de guerra. Ello provocó un fortalecimiento, crecimiento y proliferación de los frentes guerrilleros por todo el país. Hoy, en cambio, Colombia cuenta con un Ejército de 55 mil hombres que, ciertamente, no están a la defensiva en materia de combate a las guerrillas. Estamos en condiciones de tomar la iniciativa en el combate con los grupos insurgentes y ya no sólo esperar que nos ataques para luego responder".
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¿Hasta qué punto el Gobierno accederá a la petición expresa de las FARC de combatir más "eficazmente" a los paramilitares?
-"El Gobierno y el Ejército le hace frente tanto a la guerrilla como a los paramilitares por igual. No es cierto lo que algunos piensan de que los paramilitares sean organizaciones auspiciadas por el Gobierno o por el Ejército".
"Los paramilitares se apoyan en los privados, quienes necesitan la protección de sus fundos y de sus bienes. El ejecutivo colombiano está combatiendo a cualquier fuerza que se encuentre fuera de legalidad, no importando si son fuerzas guerrilleras o paramilitares, pues nosotros sostenemos que las únicas fuerzas que tiene legalidad para operar en el territorio colombiano son las Fuerzas Armadas Colombianas".
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¿Está considerando el Gobierno crear otra zona de distensión para cedérsela a la guerrilla del ELN e iniciar conversaciones de paz también con este grupo insurgente?
-"En este caso no se trata de crear una zona desmilitarizada, tal cual sucede con las FARC, sino que mantener una zona de diálogo en donde exista una verificación internacional del proceso y donde las autoridades colombianas sigan haciendo presencia por medio de policías, de jueces, alcaldes y ,en definitiva, de la autoridad que tiene el gobierno".
"Obviamente sufrimos cierta resistencia de algunos grupos, pues quieren que el Ejecutivo les entregue un territorio en la misma calidad que se lo hemos cedido a las FARC. La misión del Gobierno es explicarle a esa gente que esta zona debe ser única y exclusivamente para el diálogo y no un territorio despejado, cuyo dominio lo ejerza el grupo guerrillero".
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¿Tolerará el Gobierno que las FARC sigan cometiendo delitos y faltando a los compromisos dentro de la zona de distensión de los 42 mil km2 en San Vicente del Caguán?
-"Precisamente uno de los puntos que acordaron el Presidente Pastrana y el líder guerrillero Manuel Marulanda fue que no se siga ocupando la zona de distensión como un territorio donde los insurgentes perpetren desde allí acciones delictivas. Tenemos igualmente la petición del gobierno, a lo cual la guerrilla accedió, de que exista algún tipo de mecanismo de verificación, lo que en cierta medida tendería a detener las acciones delictivas desde esa zona".
"Con los mecanismos acordados la semana pasada, el diálogo entre la guerrilla y el gobierno serán mucho más fluidos que con anterioridad, y en ese sentido, habrá más posibilidades de dialogar mucho más y buscar soluciones en conjunto cuando sucedan estas violaciones a los acuerdos".
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¿El gobierno debería centrar su lucha contra las guerrillas o contra los productores de cocaína para terminar con la lucha interna que vive el país?
-"Colombia tiene un compromiso internacional de erradicar los cultivos ilícitos, y en eso se enmarca en Plan Colombia. En la actualidad existe un 30% de los territorios que ya han sido fumigados y están en curso acuerdos para que los campesinos se acojan voluntariamente para sustituir los cultivos. En este sentido, somos conscientes también de la existencia de corredores de entrada y de salida de la droga que son amparados por la guerrilla. Si las FARC o cualquier otro tipo de grupo están prestando ayuda a los productores de cocaína, entonces tendrán que enfrentar todo el peso de las acciones del Estado".
"El gobierno está empeñado en un combate sin cuartel contra el narcotráfico, y no hay duda en eso, pero a la vez estamos empeñados en llevar más asistencia social a las zonas desposeídas del país".
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¿En esta "lucha sin cuartel" que usted define, es posible aventurar que Colombia deba solicitar ayuda militar a Estados Unidos para acabar definitivamente con la lacra del narcotráfico?
-"De ninguna manera. Eso no está contemplado. Lo único que hemos hecho es solicitar adiestramiento de grupos expertos para entrenar a batallones antinarcóticos. En este campo, hemos solicitado sólo una asesoría pedagógica para que nuestros efectivos sepan combatir a los grupos dedicados a la producción y el tráfico de drogas".
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¿Cuál es el futuro que avizora de aquí hacia delante respecto del futuro de paz?
"Sin hay duda que las conversaciones de paz no serán fáciles, pues indudablemente los guerrilleros plantearán una serie de presiones a las cuales el Gobierno no siempre podrá acceder y por su parte éste debe cumplir con una serie de compromisos internacionales respecto del tema del narcotráfico. Ambas, en consecuencias, no siempre son compatible".
"Pero tenemos mucho optimismo en que finalmente podremos alcanzar ciertos acuerdos con los guerrilleros que nos permitan lograr la pacificación de Colombia, para luego extender esos acuerdos hacia los paramilitares con el objeto de que ellos también busquen la manera de acogerse a esta nueva Colombia que está impulsando el Presidente Andrés Pastrana".
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¿Si luego de transcurrido el nuevo plazo legal dado por Pastrana a la zona de distensión no hubiera avances en las conversaciones y las condiciones de paz empeorarán, está en condiciones el Ejército de afrontar una lucha armada con los insurgentes?
-"Si bien los 55 mil efectivos hacen de nuestro ejército un contingente bien preparado y dispuesto, nuestra postura no es la lucha frontal, sino que el camino del diálogo".
"Si estas conversaciones llegaran a fracasar, lo que nos preocupa es la nueva corriente que busca resolver el conflicto por la fuerza y que es probable que, en ese escenario, triunfe el próximo año en las elecciones presidenciales".
"De manera que estamos esperanzados en que las conversaciones tengan éxito, pues sabemos que la guerra sólo provocaría más dolor en el pueblo colombiano".