WASHINGTON.- La tarea de detección de espías es "muy difícil y complicada", según reconoció hoy el ex director de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) Robert Gates, quien sugirió afinar los sistemas de seguridad ante los graves riesgos del mundo moderno.
Gates escribe hoy un artículo de opinión en el diario "The New York Times" sobre el caso del veterano agente de la policía federal (FBI) Robert Philip Hanssen, detenido bajo sospechas de espiar para Moscú, en el que advierte de que "hay que ser realistas" y entender que en cualquier sociedad democrática las actividades de contraespionaje son "decididamente difíciles y nunca serán perfectas".
Según la policía federal, Hanssen espió durante 15 años para la URSS y después para Rusia, un hecho que ha alentado un nuevo debate sobre la vulnerabilidad de los sistemas de seguridad de Estados Unidos, y ha motivado una profunda revisión de los servicios de contraespionaje.
Robert Philip Hanssen, un experto en espionaje electrónico con una casi limpia hoja de servicios en la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) desde hacía 27 años, se declaró inocente de los cargos de supuestamente suministrar secretos de este país a un gobierno extranjero.
Gates afirmó que ningún departamento del Gobierno de EE.UU. es inmune a una traición como la de este ex agente del FBI, aun cuando se cuente con las medidas de seguridad adecuadas.
Gates reconoció que, al margen de las drásticas medidas de seguridad que se pongan en práctica, es "realmente difícil" detectar a los agentes traidores de una institución del espionaje estadounidense.
Hanssen aparentemente usó su adiestramiento de contraespionaje para protegerse de las tácticas que usa el FBI en el proceso de identificación de los espías de otros países, y este hecho pudo haber contribuido al retraso de su detención, opinó Gates.
Para Gates, resulta verdaderamente complicado descubrir la presencia de un espía, sobre todo en el caso de Hanssen, quien nunca recibió grandes cantidades de dinero por parte de Moscú ni tampoco se reunió con agentes rusos ni reveló su verdadera identidad a aquel país.
Gates considera que en las esferas del espionaje existe mucha confianza mutua entre el personal dedicado a esta actividad, y sugiere que tanto el FBI como la CIA y otros organismos del espionaje estadounidense deben afinar sus sistemas de seguridad y sus métodos para evitar en lo posible que ocurran traiciones como la de Hanssen.
Robert Gates señala que, aun cuando la "guerra fría" ha terminado, desde la perspectiva estadounidense todavía se vive en un mundo de terroristas, armas de destrucción masiva, déspotas con ambiciones agresivas y limpieza étnica, lo que obliga a que mantener siempre la guardia en alto