SEUL.- El Presidente surcoreano Kim Dae-Jung se unió este martes a la posición de Rusia en la defensa del tratado antimisiles balísticos (ABM) de 1972, considerado como "cimiento" de la estabilidad.
Este apoyo fue interpretado en Seúl como una condena implícita al proyecto de defensa antimisiles que plantea Estados Unidos y que criticaron varios países, entre los cuales Rusia, China y algunos aliados europeos de Estados Unidos, como Francia
Los Presidentes surcoreano y ruso, que se entrevistaron el martes en el segundo día de una visita de Estado de Vladimir Putin a Corea del Sur, publicaron un comunicado común sobre el tema.
Corea del Sur y Rusia "están de acuerdo en reconocer que el tratado ABM de 1972 es una piedra angular de la estabilidad estratégica y un fundamento importante para los esfuerzos internacionales para el desarme nuclear y la no proliferación", según el comunicado.
Rusia considera que la instalación del escudo antimisiles que desea Estados Unidos sería un cuestionamiento del tratado ABM.
Corea del Sur, que inició un acercamiento espectacular con su vecino del Norte, se había mostrado muy circunspecto hasta ahora, absteniéndose no obstante de manifestar públicamente su oposición al proyecto anti-misiles de su principal aliados.
El desarrollo de un programa de misiles balísticos por Corea del Norte ha sido utilizado en varias ocasiones por los defensores del proyecto del escudo antimisiles.
Los dos Presidentes reclamaron también la puesta en marcha rápida del Tratado START II, de reducción de las armas estratégicas, y por la firma de un nuevo acuerdo sobre esas armas, al tiempo que "se preserva y se refuerza el tratado ABM".