TOKIO.- Un alto portavoz del gobierno japonés entregó hoy fuertes indicios de que Tokio no entregará al ex Presidente peruano, Alberto Fujimori, incluso aunque lo pida Lima.
El secretario jefe del gabinete, Yasuo Fukuda, dijo que Perú no ha pedido hasta ahora la deportación del ex Mandatario, pero agregó que, en principio, Japón no entrega a sus ciudadanos.
Fujimori tiene nacionalidad peruana, pero también cuenta con la ciudadanía japonesa, ya que aún cuando no nació en la tierra de sus progenitores, ellos registraron su nacimiento en su pueblo natal en el sur de Japón.
"Manejaremos el tema de acuerdo a las leyes domésticas si se hace una petición. Pero como una regla general relacionada a la extradición de fugitivos, a menos que hayan condiciones especiales, los ciudadanos japoneses no son entregados", dijo Fukuda en conferencia de prensa.
Perú y Japón no tienen tratado de extradición y Fujimori puede quedarse en Japón indefinidamente como ciudadano.
El Congreso peruano aprobó el viernes pasado establecer acusaciones criminales contra Fujimori por abandono del cargo y negligencia al huir a Japón en noviembre para escapar de la tormenta política desatada en Lima por los escándalos de corrupción durante su gobierno.
Los legisladores pidieron al gobierno de Tokio que devuelva al ex Mandatario a Lima.
Fujimori renunció a la presidencia de Perú poco después de llegar a Japón con visa diplomática y posteriormente fue despojado de su investidura por el Congreso peruano.
Debido a que Fujimori era Presidente, cualquier acusación criminal en su contra debía partir del Congreso. Con la aprobación de los cargos, Fujimori pierde los cinco años de inmunidad que disfrutaba como ex Mandatario.
Fujimori, quien el miércoles fue citado por la agencia de noticias Kyodo censurando la decisión del Congreso, dijo que su seguridad está amenazada si regresa a Perú.
El ex Mandatario, quien se mantuvo en el poder durante 10 años, se convirtió en el centro de un escándalo debido a sus lazos cercanos con el polémico asesor de inteligencia, Vladimiro Montesinos, quien está prófugo al ser investigado por acusaciones de numerosos casos de corrupción, e incluso de ser responsable de la dirección de escuadrones de la muerte.