SAO PAULO.- Para aquellos que bostezan al pensar en sexo, la Feria Erotika presenta una novedosa y amplia gama de artilugios: desde chocolates moldeados en provocativas formas, hasta aceites para masaje, pasando por traviesa lencería y liberadores disfraces.
Los organizadores de la quinta edición del evento anual, que abrió el viernes en Mart Center, dicen que el sector pasa por un auge, y que cada vez es mayor el número de mujeres que asisten, lo que demuestra que las actitudes sexuales de los brasileños están cambiando.
Según Evaldo Shiroma, uno de los organizadores, la industria de mercancías eróticas vale actualmente 350 millones de dólares anuales en Brasil, y crece a un seductoramente alto 20% a 30% por ciento anual.
La exhibición que durará cuatro días atraerá a unas 55.000 personas, que gastarán, según se espera, cerca de un millón de dólares, dijo la agencia noticiosa local Folha.
"Hay en Brasil unas 600 sex shops, pero hay muchas personas interesadas en abrir franquicias" de las marcas más conocidas, dijo Shiroma, según la agencia de noticias Estado.
Los organizadores subrayaron que la más impresionante estadística de la feria es la asistencia de mujeres. La primera vez que se realizó el evento, el 70% de los asistentes eran hombres, aunque la feria no permite la entrada a menores de 18 años, las personas que superan los 65 años no tienen que pagar los 7,50 dólares de admisión.
"Las mujeres compran más mercancías eróticas porque están menos inhibidas", señaló la directora de la feria Ana Paula Caseiro. "Y durante las crisis matrimoniales, la mujer es la que toma una posición más creativa; los hombres normalmente temen lo que ella pueda penar de el si va a un sex shop".
La principal atracción de Erotika, este año, es un "parque temático sexual" llamado Erotikland, donde puede visitarse un Castillo Fetichista, un Laberinto de los Sentidos y la misteriosa Rueda Erotika.