WASHINGTON.- Estados Unidos, que ha prohibido la importación de carne y derivados animales de Europa, estableció este miércoles, además, un riguroso control de viajeros procedentes de la Unión Europea, con medidas de desinfección que impidan la entrada en el país de la fiebre aftosa.
El veto a la carne y productos del ganado vacuno procedentes de Europa se había adoptado ya en 1997, por temor al contagio de la enfermedad de las vacas locas, pero ahora afecta también al ganado porcino, bovino, caprino y caballar, por miedo a la fiebre aftosa.
En total, la prohibición puede suponer un freno a las importaciones por valor de unos 400 millones de dólares sólo en carne fresca y derivados animales, que procedían sobre todo de Holanda y Dinamarca.
El queso, el yogur y el chocolate no se incluyen en la medida preventiva, ni tampoco la carne cocinada o enlatada, según la lista de productos afectados que ha sido difundida por el Departamento de Agricultura, USDA.
"Las medidas que estamos tomando pretenden garantizar que Estados Unidos permanezca libre de la fiebre aftosa -de la que no se han detectado casos desde 1929-", ha declarado la secretaria de Agricultura, Ann Veneman. La fiebre aftosa, que es extremadamente contagiosa entre los animales, se transmite principalmente en el trasiego de rebaños hacia los mataderos, ya que el virus que la produce se fija en las patas de los animales, procedentes de las heces y la orina.
Aunque el contagio para los seres humanos es poco probable, el Reino Unido ha obligado a sacrificar unos 125.000 ejemplares de cerdos, ovejas y cabras para impedir el contagio. Estados Unidos, al igual que antes hicieron la mayoría de países europeos con los vehículos y ciudadanos procedentes del Reino Unido, ha implantado controles de desinfección de los zapatos de los ciudadanos de Europa que lleguen a al país por vía aérea, marítima o terrestre.
"Cualquiera de esos viajeros podría estar trayendo sin saberlo una enfermedad o una epidemia que puede devastar nuestra agricultura", ha declarado Craig Reed, portavoz del USDA. La impregnación de los zapatos con productos que contienen lejía es una de las medidas adoptadas en los controles de entrada de ciudadanos europeos en EE.UU.
La lista de carnes y productos cuya importación ha sido prohibida incluye los animales vivos, la carne y productos frescos, refrigerados o congelados.
Organos animales, glándulas, extractos o secreciones de vaca, cerdo, oveja y cabra también están prohibidos, aunque pueden existir excepciones para algunos productos que tienen uso farmacéutico. No están, sin embargo, sujetos a la prohibición la leche y productos elaborados con leche en polvo y las carnes secas o curadas.
La lista de productos no prohibidos, aunque necesitan permisos especiales, incluyen la piel y lana de los animales, tendones y colágeno, albúmina procedente de la sangre, médula espinal, intestinos y otros bioproductos para uso industrial y farmacéutico.
El departamento de Agricultura, que habitualmente requiere a los viajeros que llegan al país la declaración de cualquier tipo de comida en sus equipajes, ha advertido de que puede imponer multas superiores a los 1.000 dólares a quienes mientan en su declaración.
Estados Unidos adoptó la prohibición de importar carnes y productos cárnicos de Europa ayer, martes, el mismo día en que Francia reconoció que se habían detectado casos de fiebre aftosa en su territorio.
Además de EE.UU., Canadá, Australia y otros países que habitualmente importan animales o productos cárnicos de Europa prohibieron la entrada de esta mercancía, para tratar de impedir la expansión de la enfermedad a los respectivos países.
Estados Unidos adoptó recientemente severas medidas para proteger a su cabaña vacuna de la enfermedad de las vacas locas, con rigurosos controles sobre la importación de Europa de piensos animales que pudieran haber sido elaborados con despojos, lo que se ha comprobado que propicia la transmisión de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EBB).