BUENOS AIRES.- El ministro de Economía argentino, Domingo Cavallo, comenzará este jueves su peregrinaje por el Congreso para convencer a los legisladores sobre la urgencia de que le aprueben un proyecto de ley de reactivación para sacar del caos a la economía local.
El plan económico, que fue bautizado por él mismo como Ley de Competitividad, sólo contiene dos puntos: la creación de un impuesto a las operaciones bancarias y un pedido de delegación de poderes especiales al Poder Ejecutivo para gobernar a través de decretos presidenciales.
Cavallo asumió el martes en un intento desesperado del Presidente Fernando de la Rúa por darle la conducción económica a un técnico que, pese a pertenecer a un partido de la oposición, es bien visto por los inversores que elogian su capacidad y su voluntad.
Al anunciar en la noche del miércoles las medidas, Cavallo aseguró que a partir de este jueves se "instalará" en el Congreso hasta que los legisladores le aprueben su iniciativa. En sus 15 meses de gobierno, De la Rúa fracasó en sus intentos por reactivar una economía que no crece desde hace más de dos años y medio.
"Es una ley que todos sabemos tiene un seriedad institucional. Y creo que entre hoy (jueves) y mañana (viernes) tenemos que estar en condiciones de tratarla ya formalmente en el recinto. Y el tránsito total yo creo que no lo podemos demorar más de una semana", dijo a una radio Darío Alessandro, titular del bloque de diputados de la Alianza.
Según Cavallo, el nuevo impuesto a las transacciones financieras le permitirá contar con fondos frescos que le dejen bajar otros tributos que encarecen los costos de producción en Argentina.
A la vez, los poderes especiales le darían una herramienta para realizar modificaciones en otros tributos y llevar adelante una reforma del Estado que le permita recortar el gasto público y contener el creciente déficit fiscal.
Argentina obtuvo en diciembre una ayuda financiera externa de 40.000 millones de dólares para poder afrontar sus vencimiento de deuda, pero parte de ese desembolso está supeditado a que el gobierno logre este año mantener el desequilibrio fiscal en 6.500 millones de dólares o 2,3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Si esa meta no se cumple, la escasa confianza que los inversores mantienen actualmente sobre la economía argentina se desmoronarían completamente.
En busca de apoyo
Apenas asumió su cargo, Cavallo dejó en claro que necesita con urgencia los poderes especiales del Congreso para que el Poder Ejecutivo sancione leyes de reactivación sin las demoras que le puede generar el trámite parlamentario.
Pero, el peronismo -la principal fuerza de la oposición que controla el Senado- se niega a darle estas atribuciones por temor que el titular del Palacio de Hacienda acapare demasiado poder. Sin embargo, los legisladores opositores se comprometieron a apoyar las iniciativas que envíe el titular del Palacio de Hacienda y a sesionar si es necesario los siete días de la semana.
A pesar de esta oposición, Cavallo se mostró el miércoles confiado en que el Parlamento finalmente le dará al Poder Ejecutivo lo que ya se denomina en el país los "superpoderes".
El ministro de Economía también planea reducir los aranceles para la importación de bienes de capital y aumentar las tarifas para el ingreso de bienes de consumo y así alentar inversiones y proteger a las empresas locales de importaciones.