BUENOS AIRES.- El Gobierno argentino anunció hoy la creación de un seguro desempleo para unos 250 mil jefes de familias pobres, en lo que constituye la primera medida concreta surgida de la ronda de "diálogo social" que ha lanzado el presidente Fernando de la Rúa en su estrategia de "unidad nacional".
La decisión fue presentada por la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, al cabo de una reunión entre el presidente De la Rúa, funcionarios del Gobierno, sindicalistas, banqueros y empresarios.
Bullrich dijo que cada beneficiario del sistema recibirá alrededor de 160 pesos (igual a dólares) al mes, más un adicional de 20 pesos por cada hijo.
A cambio, quien reciba el subsidio deberá hacer tareas para el beneficio de la comunidad o inscribirse en algún sistema de capacitación laboral o cursos de estudio.
El lanzamiento de un subsidio para los desempleados, que en Argentina representan el 14,7 por ciento de la población económicamente activa, era una de las más antiguas demandas de las centrales sindicales, que acaban de beneficiarse también con la suspensión de un decreto que desregulaba el sistema de las obras sociales administradas por los gremios.
El decreto ahora suspendido fomentaba la libre competencia entre las obras sociales y la empresas privadas de servicios médicos.
El sindicalismo estuvo representado en la reunión de hoy por la cúpula de la Confederación General del Trabajo (CGT), el brazo más moderado del movimiento obrero argentino.
El Movimiento de los Trabajadores Argentinos (MTA) y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), de reconocida postura combativa, no acudieron a la cita.
Las autoridades del MTA, lideradas por Hugo Moyano, resolvieron hoy dejar sin efecto una huelga de 36 horas que habían convocado para el 5 y 6 de abril próximos, en coincidencia con la reunión de ministros del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Por los empresarios, acudieron representaciones de los sectores de la industria, el comercio y la construcción.
Esta ronda de diálogo estuvo precedida hoy por otra de contactos políticos de primer nivel que desarrolló De la Rúa en la Casa Rosada, sede del Gobierno.
El presidente recibió, por separado, al jefe de la gobernante Unión Cívica Radical (UCR), Raúl Alfonsín, y al líder del opositor Partido Justicialista (PJ-peronista), Carlos Menem.
Ambos manifestaron públicamente su respaldo al ingreso del liberal Domingo Cavallo en el cargo de ministro de Economía y expresaron sus deseos de que las nuevas medidas resulten exitosas.
Mañana, viernes, De la Rúa tendrá una audiencia con Carlos Alvarez, el jefe del Frente País Solidario (FREPASO), el socio menor de la UCR en la Alianza de Gobierno.
Alvarez renunció al puesto de vicepresidente de la Nación en octubre pasado, en medio de un escándalo por supuestos sobornos cobrados por senadores a cambio de la aprobación de una ley de reforma laboral.
El jefe del Estado también recibirá a los gobernadores de todas las provincias argentinas.
De la Rúa pretende avanzar en una estrategia de "unidad nacional" para sumar fuerzas a su proyecto para sacar al país de la depresión económica y poner en marcha medidas de crecimiento.
El Gobierno acaba de recibir del Parlamento poderes especiales para efectuar reformas en las estructuras del Estado y en el sistema impositivo.
También creó un nuevo impuesto sobre los movimientos bancarios por cuenta corriente, a una tasa del 2,5 por mil, con lo que las autoridades esperan recaudar unos 6.000 millones de dólares adicionales al año.
