BUENOS AIRES.- Emir Yoma, ex cuñado del ex Presidente Carlos Menem y quien está encarcelado por la venta ilegal de armas argentinas a Ecuador y Croacia, "no va a prender el ventilador", es decir, guardará silencio sobre lo que supuestamente sabe de ese caso, dijo hoy su abogado.
Según el abogado Cúneo Libarona, Yoma "no está quebrado" y además "tiene un apoyo impresionante de toda su familia y del mismo Menem", de quien, además de los lazos familiares que lo unían, fue su asesor personal y uno de los hombres fuertes de su gobierno.
Libarona dijo en rueda de prensa que Yoma, quien fue arrestado el sábado, "no va a prender el ventilador de nada porque claramente ya expresó en esta causa cual fue su rol".
Los periodistas estaban interesados en saber si Yoma daría a conocer cuestiones explosivas en el tema, habida cuenta de lo que aseguran hoy diarios locales.
Clarín dice que Yoma fue visitado el domingo por Menem y que dijo al ex Presidente: "Si caigo yo, caemos todos. O me cambian la carátula de la causa o prendo el ventilador". Yoma está bajo sospecha de la justicia de ser el jefe de una asociación ilícita en la venta de armas a Ecuador y Croacia.
Menem negó este miércoles haber visitado a Yoma pero aseguró que tiene el propósito de hacerlo.
"Voy a ir a visitarlo y todo el mundo se va a enterar", dijo Menem a periodistas.
Clarín titula su información: "Las amenazas de Yoma que atemorizan al peronismo".
La Nación dice que Yoma "se quebró, lloró y pidió ayuda", cuando lo visitó el ex ministro del Interior Carlos Corach.
En declaraciones a la prensa, Corach no confirmó ni desmintió esa versión, pero admitió haberse reunido con Libarona "para hablar de la causa" de la venta de armas.
Menem declaró en la noche del martes, a un programa de televisión, que desde que Yoma fue detenido durmió "como todos los días, normalmente" y que "no temo" ser implicado por la justicia en el escándalo.
"Tan solo le temo a Dios, de Dios para abajo, a nadie", dijo Menem.
El escándalo por la venta de armas volvió a la luz con la detención de Yoma y con declaraciones del ex interventor de una fábrica de armamentos, Luis Sarlenga, quien le dijo al juez federal Jorge Urso, que el ex embajador norteamericano James Cheek hizo gestiones para que un avión que llevaba municiones pudiera aterrizar en 1995 en Buenos Aires.
Cheek, desde los Estados Unidos, negó esos cargos.
La justicia investiga la venta ilegal de cerca de 6.500 toneladas de armas a Ecuador y Croacia, entre 1991 y 1995, durante el gobierno de Menem.