ISRAEL.- Dos muertos -un soldado israelí y un activista de Hamas- y decenas de heridos palestinos es el balance de una nueva jornada de violencia en Israel y los territorios palestinos, que volvió a intensificarse hoy después de un día de relativa calma.
Israel bombardeó por primera vez objetivos de la guerrilla de Hizbulá en el sur de Líbano desde su retirada militar hace casi un año, en respuesta a un ataque de ese grupo que causó la muerte del soldado.
En la franja de Gaza, al menos 24 palestinos resultaron heridos en Rafah, en el sur, en enfrentamientos en los que el Ejército israelí empleó tanques.
Por la noche, un miembro de la organización radical Hamas murió en Gaza capital mientras fabricaba una bomba que hizo explosión, causando heridas graves a cuatro personas, entre ellas un niño de seis años.
La potente explosión se produjo en plena calle en el barrio de Sajaia, en el este de Gaza capital, una zona pobre y superpoblada.
Fuentes policiales revelaron que la víctima mortal, Mohamed Nazan, de 34 años, era un guardaespaldas del líder espiritual de Hamas, el jeque Ahmed Yasin.
Los heridos son un niño de 6 años que jugaba en la calle, un hombre de 65 años que al parecer es el padre del fallecido, un joven, hermano de la víctima y otro hombre de 34 años amigo de la familia.
La violencia en el conflicto árabe-israelí se trasladó esta tarde a la frontera norte de Israel.
Aviones de combate israelíes atacaron dos objetivos de la guerrilla integrista libanesa Hizbulá dentro del Líbano, por primera vez desde que Israel se retiró del sur de ese país en mayo del año pasado.
El bombardeo aéreo se produjo en respuesta al ataque con misiles antitanque lanzado antes por Hizbulá contra un puesto militar israelí en la disputada zona de Har Dov, en la frontera entre Israel y Líbano, que causó la muerte a un soldado, según portavoces militares.
Israel respondió lanzando unos 60 proyectiles pesados desde carros de combate a la zona de Kfar Shuba en Líbano, al tiempo que aviones y helicópteros de ataque entraron también en acción.
La región de Har Dov se encuentra en el punto donde convergen las fronteras del Líbano, Israel y Siria, y es reclamada por Hizbulá como parte del territorio libanés.
El ministro de Defensa israelí, Benjamin Ben Eliezer, advirtió a los gobiernos del Líbano y Siria que si vuelven a producirse incidentes como el de hoy, Israel responderá de manera apropiada.
Israel acusa a Beirut de no asumir su compromiso de controlar la situación en el sur tras la retirada israelí, y a Damasco de ayudar a incitar a Hizbulá.
Mientras tanto, en la frontera sur de la franja de Gaza con Egipto -controlada por el Ejército israelí, como todas las fronteras externas de los territorios palestinos- al menos 24 palestinos resultaron heridos al abrir fuego los soldados israelíes junto a la localidad de Rafah, con armas ligeras y con artillería pesada desde carros de combate.
Fuentes médicas palestinas dijeron que cinco de los heridos se encuentran en estado grave en el hospital Naser de Rafah.
Los incidentes comenzaron hacia el mediodía, cuando milicianos palestinos lanzaron ocho granadas contra los soldados israelíes en el puesto militar junto a la frontera con Egipto, en el paso conocido como "Puerta de Saladino".
Fuentes palestinas denunciaron que excavadoras del Ejército israelí demolieron un edificio de la inteligencia militar palestina cerca de Rafah, y causaron daños a varias viviendas situadas a escasos metros de la frontera.
Bombazos en Tel Aviv
Por otra parte, una segunda bomba hizo explosión esta noche en la ciudad israelí de Kfar Saba, a 20 kilómetros al este de Tel Aviv, a unos 200 metros de donde había estallado un primer artefacto, informaron fuentes policiales.
La segunda explosión fue de gran potencia y ha causado al menos un herido leve, según la radio israelí, mientras que en la primera no se registraron víctimas.
La policía baraja la hipótesis de que el herido pueda ser el presunto terrorista que habría colocado las bombas.
También se cree que la primera explosión, de escasa potencia, pudo ser una trampa para congregar a gente y hacer explotar después la segunda.
La primera bomba explotó entre dos coches en una calle pequeña situada junto a la calle principal en el centro de esa localidad.
Poco después, la policía advirtió a los residentes que cerrasen bien las ventanas de sus casas pues se temía que hubiera más artefactos en la zona, como así sucedió.
La policía ha acordonado una zona amplia en torno a la calle donde se
produjeron las explosiones y continúan buscando otros posibles artefactos.