BRASILIA.- Al menos seis presos que dirigían desde el pasado día de Jueves Santo un motín en la cárcel de Carumbé, en la ciudad brasileña de Cuaibá (situada al centro-oeste del país), fueron asesinados por reclusos que no estaban de acuerdo con continuar la rebelión.
De esta manera se puso fin al alzamiento y se entregó el control del penal a las autoridades, tal y como informaron hoy domingo fuentes de la Policía Militar de Brasil.
Los amotinados, que reclamaban mejores condiciones de vida y la renuncia del director del establecimiento penintenciario, mantenían a unos 150 de sus familiares como rehenes desde que iniciaron el motín el jueves pasado.