BOGOTA.- .- Un ataque de guerrilleros izquierdistas a un remoto caserío del noroeste de Colombia ubicado en una zona controlada por paramilitares de ultraderecha dejó nueve civiles muertos y cuatro heridos, informaron el lunes las autoridades.
La incursión de unos 400 rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) al pueblo de La Caucana, en el noroccidental departamento de Antioquia, se produjo el domingo.
La zona del ataque es considerada estratégica por ser un corredor para el tráfico de armas y de drogas, según el ejército.
Inicialmente autoridades civiles de la zona aseguraron que el número de víctimas fatales por la incursión rebelde ascendía a 50, pero luego que el ejército ingresó a la zona comprobó que los muertos eran nueve.
"Afortunadamente es que la realidad es menos grave de lo que pareció inicialmente. El ataque dejó nueve muertos y cuatro heridos", dijo el gobernador del departamento de Antioquia, Guillermo Gaviria, en declaraciones a periodistas.
Pese a que las FARC, el grupo rebelde más antiguo de América Latina con 17.000 combatientes, mantiene una negociación de paz con el gobierno desde comienzos de 1999, han continuado con sus ataques y hostilidades contra la población civil y las fuerzas militares y de policía.
Los diálogos de paz buscan poner fin a un conflicto interno de 37 años, el más prolongado del hemisferio, que dejó 40.000 muertos y dos millones de desplazados en el último decenio.
"Fue un ataque muy cruel de las FARC a la población de La Caucana, un ataque que desdice de la voluntad de paz de las FARC", agregó Gaviria.
Por su parte el coronel Jairo Ovalle, comandante de la décima brigada del ejército, dijo que los guerrilleros atacaron inicialmente una base de los paramilitares, sus enemigos jurados en medio del conflicto interno.
El oficial reveló que los paramilitares, que combaten con violentos métodos a los rebeldes y a sus colaboradores, se replegaron hacia una zona montañosa y que luego los guerrilleros asesinaron a balazos a nueve civiles, incendiaron cinco casas, seis vehículos y dos estaciones de servicio.
El ataque sumó a uno que realizaron los paramilitares durante la Semana Santa en la región del Naya, en el suroccidental departamento del Cauca, y en el que fueron asesinados al menos 30 campesinos a quienes acusaron de colaborar con la guerrilla.
La Defensoría del Pueblo, que vigila el respeto a los derechos humanos, reportó que algunas de las víctimas de esa matanza fueron degolladas o decapitadas por los paramilitares.