JERUSALEN.- El Ejército israelí levantó en la madrugada de este viernes el bloqueo que dividía en tres sectores incomunicados las zonas autónomas palestinas de la franja de Gaza, pese a que continuaban los enfrentamientos, aunque en menor medida.
La orden de anular esa medida, impuesta el pasado lunes en respuesta al disparo de obuses de mortero por parte de extremistas palestinos, fue dada por el ministro israelí de Defensa, el laborista Benjamín Ben-Eliézer.
El bloqueo impedía el paso de la población palestina desde el norte de la franja de Gaza al centro y al sur de ese territorio, así como en dirección contraria.
El grupo integrista palestino HAMAS (Movimiento de Resistencia Islámica) se responsabilizó del disparo de más de 100 obuses de mortero, en los últimos siete meses, contra asentamientos judíos del sur de la franja de Gaza y contra objetivos dentro de territorio israelí.
El disparo de obuses de mortero continuó ayer jueves y hoy viernes HAMAS amenazó con "seguir resistiendo por todos los medios la ocupación israelí de la patria palestina".
Pero anoche, el Presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasser Arafat, hizo un llamamiento para poner fin al disparo de obuses de mortero contra objetivos israelíes.
Arafat se entrevistó, también anoche, con el enviado especial de la Unión Europea (UE) para Oriente Medio, el español Miguel Angel Moratinos, y con el emisario de la ONU a la zona, el noruego Terje Larsen.
En las reuniones de Arafat con Moratinos y con Larsen se trataron las formas de poner fin a la violencia que enfrenta a palestinos e israelíes, hace casi siete meses.
A su vez, el ministro israelí de Asuntos Exteriores, el laborista Shimón Peres, y el titular de Gobernación Local y destacado negociador palestino, Saeb Erekat, se reunieron para tratar tanto las vías para poner fin a la violencia como la posibilidad de reanudar las interrumpidas negociaciones de paz.
En los casi siete meses de enfrentamientos murieron al menos 400 palestinos y 70 israelíes, tanto civiles como militares.
Poco antes de que se celebraban las citadas reuniones, el gabinete reducido israelí para Asuntos de seguridad aprobó ayer jueves la propuesta del ministro de Defensa de llevar a cabo "operaciones inteligentes y puntuales" dentro de zonas bajo control total palestino.
El responsable israelí de Defensa dijo que su propuesta se basa en "lecciones aprendidas de la polémica incursión de esta semana a Beit Janún", una localidad bajo control total palestino (una de las llamadas "zonas A") del norte de la franja de Gaza, de la que el Ejército de su país se retiró veinticuatro horas después.
La retirada de Israel de Beit Janún se produjo después de que el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, y el resto de la comunidad internacional condenaran con dureza la invasión israelí.
Pese a ello, el Primer Ministro israelí, el derechista Ariel Sharon, no reconoció que la retirada de esa localidad palestina de la franja de Gaza obedeciera a presiones externas.
Por otra parte, Sharon rechazó "por insuficiente" una propuesta de Arafat de hacer respectivos llamamientos públicos para poner fin a la violencia entre israelíes y palestinos, y a reanudar las negociaciones, informa hoy el diario progresista israelí "Haaretz".
La política del "palo y la zanahoria" del Gobierno israelí quedó reflejado en una declaración que hizo hoy Sharon, que reiteró -en la inauguración de un monumento a soldados caídos- que su país "extiende la mano de la paz a sus vecinos, pero también luchará sin clemencia contra el terrorismo".