Washington.- Después de la Segunda Guerra Mundial los servicios secretos de Estados Unidos contrataron a nazis, buscados por sus crímenes, algunos de ellos enriquecidos con lo que robaron a los judíos, y los emplearon para que espiaran a la Unión Soviética y sus aliados.
La Agencia Central de Inteligencia (CIA) ha divulgado esta semana unas 10.000 páginas de documentos que muestran que "los verdaderos ganadores en la Guerra Fría fueron los criminales nazis", dijo Eli Rosenbaum, de la Oficina de Investigaciones Especiales del Departamento de Justicia, que se dedica a la búsqueda de nazis.
El nazi más famoso de los que trabajaron para Estados Unidos fue Klaus Barbie, oficial de la Gestapo que ordenó la matanza de niños judíos en Francia. Terminada la guerra, Barbie colaboró con los servicios secretos estadounidenses en la persecución de comunistas, y más tarde recibió ayuda para salir de Alemania.
Un documento del Ejército de Estados Unidos, fechado en 1967, expresa la inquietud de Washington por los rumores de que Barbie se encontraba en Bolivia.
"La exposición pública del papel del Comando de Contraespionaje en la evacuación (de Barbie) desde Alemania para impedir su enjuiciamiento, tendría consecuencias graves para el gobierno de Estados Unidos", señala un documento.
Años más tarde Barbie fue extraditado a Francia, juzgado y encarcelado por crímenes de guerra.
Numerosos documentos pertenecen a la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS), la predecesora de la CIA, y muestran que los servicios secretos estadounidenses trabajaron duramente para identificar y perseguir a los nazis.
Un documento de 1946 describe a Adolf Eichmann, quien dirigió la burocracia nazi que llevó a cabo la matanza de millones de judíos, como "un individuo desesperado que, si se ve arrinconado, tratará de librarse a balazos".
Pero desde 1948 cuando se endureció el enfrentamiento entre los ex aliados, Estados Unidos y la Unión Soviética, y tomó forma lo que serían casi cuatro décadas de guerra fría, la CIA aceptó la colaboración de los mismos criminales nazis.
En mayo de 1945 el agente de alta jerarquía en la OSS, Allen Dulles, negoció la rendición de las tropas alemanas en el norte de Italia con el oficial nazi Guido Zimmer, según muestran los documentos.
Un documento de septiembre de 1945 registra las quejas de otro funcionario de la OSS, cuyo nombre no se da, porque Dulles protegía a Zimmer quien había ayudado en la deportación y matanzas de judíos italianos.
Eventualmente, Dulles fue promovido a director de la CIA.
Otros documentos indican que Emil Augsburg, miembro de las unidades de elite nazi SS y culpado por las matanzas de judíos y otros "indeseables en Polonia", fue empleado por los servicios de espionaje de la que era entonces República Federal Alemana, con la recomendación de la CIA.
Augsburg trabajó para los estadounidenses entre 1947 y 1948, y luego para los servicios alemanes. Un documento de la CIA, fechado en 1952, lo describe como un "hombre honesto e idealista, con una mente sin prejuicios y un científico excelente".