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México: Zapatistas rechazan ley y rompen negociaciones con el gobierno

"No habrá más contactos entre el Gobierno y el EZLN", y el Ejército Zapatista "no retomará el camino del diálogo con el Gobierno federal hasta que no sean reconocidos constitucionalmente los derechos y la cultura indígenas", dijo el líder de la guerrilla, el "subcomandante Marcos", por medio de un comunicado.

30 de Abril de 2001 | 16:31 | EFE
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS.- El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) rechazó hoy la ley de Derechos y Cultura Indígena aprobada por el Congreso, ordenó la interrupción de los contactos con el Gobierno de México y convocó a movilizaciones para exigir una rectificación.

En un comunicado, el líder de la guerrilla, el "subcomandante Marcos" afirmó que la reforma aprobada por el Congreso el pasado sábado "no responde en absoluto" a las demandas de los pueblos indios de México, el Congreso Nacional Indígena, del EZLN ni de la llamada sociedad civil.

El EZLN instruyó a su interlocutor, Fernando Yáñez, para suspender totalmente su trabajo de correo entre la guerrilla y el Gobierno.

"No habrá más contactos entre el Gobierno y el EZLN", y el Ejército Zapatista "no retomará el camino del diálogo con el Gobierno federal hasta que no sean reconocidos constitucionalmente los derechos y la cultura indígenas de acuerdo a la llamada Iniciativa de ley de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa)", señaló el texto.

Los zapatistas "seguiremos en resistencia y rebeldía", anunció el líder del EZLN, que hizo llamamiento a los indígenas y la sociedad civil para movilizarse y exigir al Gobierno que "de marcha atrás".

Según "Marcos", con la reforma aprobada en el Congreso, los legisladores y el Gobierno "cierran la puerta al diálogo de paz", pues "evitan resolver una de las causas que originaron el alzamiento zapatista y dan razón de ser a los diferentes grupos armados en México al invalidar el proceso de diálogo y negociación".

La guerrilla "formalmente desconoce" esta reforma que, afirmó, no retoma el espíritu de los Acuerdos de San Andrés, no respeta la iniciativa de ley de la Cocopa, ignora por completo la demanda de reconocimiento de los derechos y la cultura indígena y "sabotea el incipiente proceso de acercamiento entre el Gobierno federal y el EZLN".

Además, "traiciona las esperanzas de una solución negociada en la guerra en Chiapas y revela el divorcio total de la clase política respecto de las demandas populares".

El rechazo de "Marcos" se centra, en especial, en los puntos referidos a la autonomía y libre determinación de las comunidades, al reconocimiento de los pueblos indios como sujetos de derecho público, al uso y disfrute de los recursos naturales, a la elección de las autoridades municipales y al derecho de asociación, principales demandas del EZLN.

Esta reforma "no hace sino impedir el ejercicio de los derechos indígenas" y representa una "grave ofensa" para los pueblos indios ya que "desprecia la movilización y el consenso sin precedentes que la lucha indígena alcanzó en estos tiempos".

"Marcos" criticó con dureza la postura del presidente Vicente Fox que, a su juicio, "aplaudió" la iniciativa "a sabiendas de que no es ni lejanamente parecida a la que presentó como propia", basada en la propuesta de la Cocopa.

Según el líder zapatista, el proceso "demuestra que Fox sólo simuló hacer suya la iniciativa de la Cocopa, mientras negociaba con los sectores duros del Congreso una reforma que no reconoce los derechos indígenas".

Tanto los legisladores como el Gobierno, señaló, "eluden el compromiso histórico" de saldar la cuenta pendiente con los pueblos indios y "pretenden fraccionar el movimiento indígena".

La reforma asegura "que la guerra no termine, que los militares continúen con sus negocios sucios en Chiapas, que los zapatistas se mantengan en la clandestinidad y que los indígenas sigan siendo objetos de limosnas y desprecios", según el documento.

La iniciativa, que "Marcos" bautizó como "Reconocimiento Constitucional de los Derechos y la Cultura de Latifundistas y Racistas", fue aprobada por unanimidad en el Senado de México y por mayoría en el Congreso.

La ley modifica la propuesta inicial enviada por Fox al Congreso el pasado diciembre y basada en el proyecto elaborado por la Cocopa que, a su vez, recogía la esencia de los Acuerdos de San Andrés, firmados entre el Gobierno y la guerrilla en 1996.

La Presidencia de México aún no se ha pronunciado sobre la reacción de la guerrilla, aunque la titular de la Oficina gubernamental de Atención a los Pueblos Indígenas, Xochitl Gálvez, reconoció hoy que la reforma es "insuficiente" y no atiende las demandas de los pueblos indios.
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