BOGOTA.- Al menos 26 guerrilleros izquierdistas y dos militares murieron el sábado en combates en diferentes regiones de Colombia, mientras que un alcalde y su chofer fueron asesinados por pistoleros, informaron las autoridades.
El Comando del Ejército informó que ocho rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) murieron en enfrentamientos que se registraron en una zona montañosa del municipio de Sucre, en el nororiental departamento de Santander, en medio de la llamada operación "Huracán".
Las tropas destruyeron siete campamentos de las FARC, el grupo rebelde más antiguo de América Latina con 17.000 combatientes. En los combates también murió un soldado.
Por otra parte, seis rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y un militar perecieron en un combate que se registró en las afueras del municipio de Falán, en el central departamento del Tolima.
Los guerrilleros habían secuestrado a siete civiles y huían con ellos hacia una zona montañosa en cuatro vehículos cuando fueron interceptados por las tropas del ejército.
Los rehenes fueron rescatados sanos y salvos por el ejército en medio del combate con los rebeldes del ELN, el segundo grupo guerrillero del país con 5.000 combatientes.
Otros nueve rebeldes de las FARC murieron en un choque armado con el ejército en una área montañosa del municipio de San Carlos, en el noroccidental departamento de Antioquia, mientras que tres más perdieron la vida en el departamento cafetero del Quindio, en el centro del país.
La policía informó que hombres armados no identificados asesinaron a balazos al alcalde del municipio de González, en el departamento de Cesar, Juvenal Osorio, a su conductor.
Policía captura jefe paramilitar
El crimen se produjo cerca al municipio de Ocaña, en el departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela. Osorio gobernaba un pueblo del norte de Colombia con presencia de guerrilleros y paramilitares.
Colombia, país de 40 millones de habitantes, exportador de petróleo, café, carbón, flores y banano, afronta un conflicto interno hace 37 años, el más prolongado del hemisferio, que enfrenta a guerrilleros, paramilitares y las fuerzas de seguridad del Estado.
La confrontación, que cobró la vida de 40.000 personas en el último decenio, se ha intensificado pese a los esfuerzos del del presidente Andrés Pastrana por poner fin a la guerra a través de una negociación política con la guerrilla.
Pastrana inició en 1999 una negociación de paz con las FARC y ha mantenido contactos con el ELN, sin un logro concreto y con el constante aumento de la desconfianza de los colombianos que ven cómo el conflicto adquiere niveles de barbarie y aumentan los secuestros y las extorsiones rebeldes.
Entretanto, la policía informó de la captura de Nelson Rodríguez, alias "Dago", acusado de ser el jefe de finanzas de los escuadrones paramilitares que actúan en los departamentos del Meta y Casanare, dos importantes zonas petroleras y ganaderas de Colombia.
El arresto de Rodríguez se produjo cerca al pueblo de Puerto López, Meta, una zona cuyo control se disputan paramilitares y guerrilleros.
Los paramilitares son acusados por organizaciones como Amnistía Internacional de cometer las mayores violaciones a los derechos humanos en Colombia y de contar con el apoyo de algunos efectivos de las fuerzas militares y de policía.