BUENOS AIRES.- La justicia llamó el lunes a declarar al jefe del Ejército, teniente general Ricardo Brinzoni, quien recientemente reconoció que 22 detenidos políticos fueron fusilados por militares en diciembre de 1976 y que no murieron en un intento de fuga.
La convocatoria a Brinzoni la hizo un juez federal de la ciudad de Resistencia, capital de la provincia del Chaco, 1.100 kilómetros al norte.
El juez Carlos Skidelksy hizo saber que Brinzoni deberá comparecer la semana próxima después de las declaraciones que realizó a un diario sobre la denominada masacre de Margarita Belén.
Organismos defensores de derechos humanos denunciaron que los 22 detenidos fueron retirados de la cárcel de Resistencia, y llevados en transportes militares hasta la localidad de Margarita Belén donde fueron fusilados.
El Ejército negó siempre esa versión y aseguró que un grupo de guerrilleros intentó liberar a los detenidos que murieron en el choque cuando gobernaba la dictadura militar.
''Me cuesta mucho decirlo, pero aquello fue un fusilamiento encubierto de detenidos que estaban en la Unidad Penitenciaria 7, que fueron disimuladamente trasladados y eliminados durante el viaje'', declaró recientemente Brinzoni al diario Norte, de Resistencia.
El militar era entonces capitán y secretario general de la intervención militar en el Chaco, después del golpe de marzo de 1976 y organismos defensores de derechos humanos han pedido ahora que sea relevado del cargo por considerar que tuvo conocimiento de los hechos y los ocultó.
