LA PAZ.- El comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia, general Alvin Anaya, informó hoy que se están tomando todas las previsiones ante el fuerte hostigamiento que existe en la región tropical del Chapare, el principal centro de erradicación de coca en el país.
Las medidas de precaución que toman los uniformados se debe precisamente a que desde hace más de un año los soldados que cumplen con las tareas de eliminación de coca, la materia prima de la cocaína, ya no duermen tranquilos en las noches debido a que desde el monte se escuchan disparos contra los campamentos.
Los soldados y policías que están destinados en la zona calificaron al Chapare como una "región de peligro" ya que en las noches son amedrentados por cocaleros presuntamente implicados con el narcotráfico.
"Se han tomado las previsiones del caso para evitar problemas, pero es preocupante que puedan tener en el Chapare algunos grupos armas de fuego y munición de guerra", declaró Anaya.
Agregó que a raíz del fuerte hostigamiento que existe en la región los efectivos antidrogas están cumpliendo su labor bajo un número de efectivos de seguridad.
El jefe militar señaló que los disparos que vienen del monte hacia los campamentos están siendo investigados para dar con los responsables de los atentados.
"Se va investigar y sancionar a los culpables para evitar enfrentamientos. Creemos que son grupos aislados de gente que está haciendo estos hostigamientos", afirmó.
El jefe militar descartó que en la zona estén operando grupos irregulares.
Añadió que la policía ha reforzado los cordones de seguridad para que los efectivos erradicadores cumplan con su trabajo en el Chapare.
El martes fueron detenidos en esa zona tres cocaleros acusados de la explosión de un cazabobo que dejó a dos uniformados heridos.
Según testigos del hecho, la detonación se registró cuando los efectivos retornaban a su campamento, tras haber erradicado algunas hectáreas de coca en la región.
Los soldados, luego de un rastrillaje de la zona, lograron desactivar otros cazabobos que habían sido enterrados por desconocidos.