OLDHAM, Inglaterra.- La policía de Oldham (noroeste de Gran Bretaña), escenario el fin de semana de los más graves disturbios raciales de los últimos 15 años en el país, se preparaba este lunes para una tercera noche de violencia entre jóvenes asiáticos y blancos.
A última hora de la tarde de este lunes, un cóctel molotov provocó un incendio en un colegio de Greenhill Mill, situado en el barrio de Glodwick, donde se desarrolló parte de la violencia de las dos últimas noches, comprobó un fotógrafo de la AFP.
En otros lugares de la ciudad, pequeñas bandas de jóvenes mantenían la tensión lanzando cócteles molotov contra edificios o levantando barricadas de neumáticos o de muebles incendiados. "No será aligerado el dispositivo (policial) esta noche (del lunes)", confirmó el comisario Alan Bridge. Varios cientos de agentes de seguridad podrían ser desplegados si fuera necesario.
La política de "tolerancia cero" aplicada por la policía, que dispersó sin miramiento a los asiáticos que participaban en los disturbios en los barrios de Glodwick y Westwood, fue criticada por miembros de la comunidad asiática, que acusaron a las fuerzas del orden de aumentar la violencia mediante su intrasigencia.
Los disturbios comenzaron el sábado por la noche. Durante siete horas, la policía de Oldham debió enfrentarse a pedradas y cócteles molotov lanzados por unos 500 jóvenes asiáticos furiosos.
De acuerdo con la policía y la autoridad local de la ciudad, la violencia comenzó con el ataque por parte de un grupo de jóvenes blancos contra un comercio ubicado en el corazón del barrio asiático de Oldham, Glodwick, que tiene un 90% de población de origen paquistaní.
Las tensiones raciales ya eran fuertes últimamente en Oldham, incitadas por ejemplo por una campaña activa del Frente Nacional (de ultra derecha), que presenta dos candidatos para las elecciones legislativas del próximo 7 de junio en la ciudad.