RAMALA, Cisjordania..- El Gobierno palestino está dispuesto a reanudar la cooperación con los organismos de seguridad de Israel al entrar hoy en su noveno mes la "intifada", pero condiciona el alto el fuego a saber que "espera" de él Ariel Sharon.
El Primer Ministro israelí Sharon anunció unilateralmente un alto el fuego el pasado martes, pero el Presidente palestino, Yasser Arafat, aseguró el último fin de semana a los ministros de Asuntos Exteriores del mundo islámico reunidos en Qatar que "la intifada continuará".
Antes de llamar al alto al fuego a los participantes del alzamiento, Arafat exige que Israel se comprometa a cumplir "en bloque" las recomendaciones de la Comisión Mitchell, que estudió las causas de la "intifada" y propuso unas medidas para acabar con la violencia y reanudar las negociaciones de paz.
De su lado, Sharon exige al veterano líder palestino aplicarlas gradualmente y empezar por la primera de ellas, la de poner fin a la violencia, a fin de "enfriar la situación", restablecer luego la confianza mutua, y por fin reanudar las negociaciones de la paz.
Tras meses de un corte drástico debido a la participación de efectivos policiales de Arafat en el alzamiento, esta noche volverán a reunirse representantes de los organismos de seguridad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y de Israel para restablecer la cooperación entre ellos con la mediación de Estados Unidos.
El acuerdo para reunirlos lo logró el nuevo enviado especial de EEUU, William Burns, quien este último fin de semana y hasta hoy, antes de regresar a sus funciones de embajador en Jordania, celebró conversaciones con Arafat, Sharon y sus colaboradores.
Una de las condiciones palestinas, explicó el jefe de los negociadores palestinos con Israel, es "volver la situación de antes del 28 de septiembre del año 2000", cuando se desencadenó el alzamiento tras una visita de Sharon a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, y frenar la construcción en los asentamientos judíos.
No obstante, el ministro israelí de Viviendas, Natán Sharansky, informó hoy de la próxima edificación de 713 viviendas nuevas en los asentamientos de Maalé Adumim y Alfei Menashé, en Cisjordania.
Volver a la situación de "antes del 28 de septiembre" último implicaría para el Gobierno israelí levantar el cerco militar impuesto con motivo del alzamiento a los centros urbanos palestinos de Cisjordania y Gaza, y, entre otras medidas, permitir la entrada de 120.000 obreros de Cisjordania y Gaza a trabajar en ese país.
Un informe sobre la economía palestina en los ocho meses de la "intifada", difundida por el diario "Al Quds", la ANP señala que las pérdidas se elevan ya a 3.300 millones de dólares. Los israelíes informaban hoy de pérdidas por más de 2.000 millones de dólares.
Esas pérdidas se suman a la de cerca de 500 palestinos muertos en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad de ese país, y de más de 80 israelíes, el último de ellos hoy, Gilead Zar, jefe de seguridad de asentamientos de Samaria, en el norte de Cisjordania, cuyo sepelio comenzará esta tarde frente a la oficina del primer ministro Sharon.
El objetivo de las reuniones de esta noche en Cisjordania, y mañana miércoles en Gaza -acordadas por Arafat y Sharon con la mediación de Burns- es restablecer la cooperación entre sus respectivos organismos de seguridad y poner fin a la ola de la violencia mutua para que israelíes y palestinos reanuden las negociaciones de paz, interrumpidas desde enero.
El ministro palestino de Desarrollo y Cooperación Internacional, Nabil Shaat, uno de los negociadores con Israel, anunció hoy que "en unos días" se reanudarán también las conversaciones políticas.
Shaat dijo que su misión consistirá en convenir cómo pondrán en práctica las recomendaciones de la Comisión Mitchell, consideradas junto una iniciativa de Egipto y Jordania, como la plataforma ideal para erradicar la violencia y restablecer el proceso de paz.
"Creo que Arafat entiende lo importante que es para él seguir dentro del proceso de paz", declaró esta mañana el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Simón Peres, quien desmintió noticias acerca de una "inminente" reunión entre ambos ganadores del Nobel de la paz.
Si Arafat no ordena un alto al fuego, "que es la primera de las recomendaciones de la Comisión Mitchell, tendrá problemas con los Estados Unidos y también con Europa", advirtió Peres.