BOGOTÁ- Los organismos de inteligencia de Colombia investigaban esta noche la autenticidad de un comunicado sobre la presunta renuncia del máximo jefe de los clandestinos grupos paramilitares contraguerrilleros, Carlos Castaño, que empezó a circular hoy en Internet.
El corto mensaje, que lleva la firma de Castaño, aparece en la página electrónica de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), aunque comentaristas de medios de prensa han expresado dudas sobre su autenticidad y no descartan un posible sabotaje a ese sitio de la red.
El comunicado no lleva el logotipo de las AUC y es inusualmente corto, comparado con los extensos mensajes que acostumbran a enviar los paramilitares.
"Compañeros de causa: somos en las AUC, amigos y respetuosos de las instituciones del estado. Este principio es inviolable: Respétenlo. Renuncio irrevocablemente a mi cargo otorgado por ustedes", señala el mensaje, que termina con la supuesta firma de Castaño y con una sugestiva posdata: "con el hilo que nos dan tejemos, cuando tejemos".
Castaño, de 35 años, fue el máximo jefe del principal grupo paramilitar del país, las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU), creadas a comienzos de los años 80 por su hermano, Fidel, de quien se dice que murió en un combate.
Hace unos cuatro años, los jefes de diversos grupos contrainsurgentes decidieron unirse para formar las AUC, que al mando de Castaño han cometido innumerables violaciones de los derechos humanos.
Las AUC se han dedicado en los últimos meses a sabotear las aproximaciones entre el gobierno y el guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN), así como a criticar el proceso de paz en marcha con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El mensaje con la supuesta renuncia de Castaño se conoce en momentos en que la Fiscalía enfila sus baterías contra sectores políticos y sociales del norte del país que estarían financiando las actividades paramilitares.
La semana pasada fueron detenidas varias personas tras una veintena de allanamientos en la ciudad de Montería, capital del departamento de Córdoba, donde Castaño tiene su centro de operaciones.
En la acción fue abatido un hombre que sería escolta de Salvatore Mancusso, número dos de las AUC y quien estaría en la línea de sucesión del grupo armado.
Las AUC, con unos 8.000 miembros, acostumbran a masacrar a civiles a quienes acusan de ser "colaboradores" de los grupos guerrilleros, que, a su vez, asesinan a personas que perciben como "simpatizantes" de los paramilitares.