GUATEMALA.- La Iglesia Católica, actuando como querellante adhesiva, pidió el martes que el ex Presidente Alvaro Arzú sea procesado en relación al crimen del obispo Juan José Gerardi, cometido en abril de 1998.
El juicio, que ha llegado a la fase de conclusiones, permitió a los acusadores de la fiscalía y la Iglesia exponer sus teorías del crimen y recomendar al tribunal presidido por el juez Eduardo Cojulum las condenas para los procesados.
La Iglesia pidió 30 años de prisión en contra de cuatro de ellos: el coronel Disrael Lima, su hijo, capitán Byron Lima, el sargento Obdulio Villanueva y al sacerdote Mario Orantes.
Al considerar que el crimen fue preparado desde el cuartel general del Estado Mayor Presidencial (EMP), guardia del Presidente, la Iglesia pidió que se abra proceso en contra del jefe de servicios del EMP en la noche del crimen, el mayor Eduardo Villagrán, el jefe de esa unidad militar al servicio del ejército, Rudy Pozuelos y por ende el jefe de éstos, el Presidente Arzú.
"El asesinato fue planificado con antelación y cada uno de los acusados tuvo una misión específica en el mismo. Por eso pedimos al tribunal que se responsabilice a la línea de mando militar", indicó Mynor Melgar, abogado de la Iglesia Católica ante el Tribunal tercero de sentencia.
Arzú gobernó Guatemala entre 1995 y el año 2000.
Respecto a la cocinera de Gerardi, Margarita López, la fiscalía pidió en su contra tres años de prisión, pero la Iglesia pidió que la mujer, que sirvió durante 18 años a Gerardi, fuera absuelta "por no haber indicios de su participación".
Según Melgar, Orantes, el sacerdote ayudante de Gerardi fue "pieza clave", para cometer el crimen, al tener acceso a las llaves de la casa parroquial en donde ambos vivían.
Orantes calificó de ridículos los argumentos de la Iglesia y dijo que Melgar no representa a la Iglesia.
"Mi defensa la presentará mi abogado mañana (miércoles), pero cuento con el apoyo de la Iglesia y de la curia eclesiástica", dijo a la AP Orantes a la salida del juicio.
Gerardi fue asesinado en la entrada de su casa parroquial, a una calle del Palacio Nacional o Casa de Gobierno, dos días después de que hiciera público un informe que recoge miles de testimonios que responsabilizan al Ejército de la mayoría de violaciones a los derechos humanos durante 36 años de guerra civil.
"Lima Estrada es un oficial ultraconservador y a quien Gerardi menciona e su informe, eso lo motivó asesinar a una persona que su único crimen fue ayudar a los pobres y desposeídos", agregó el acusador.
La noche del 26 de abril de 1998, según testigos, hubo presencia militar y enorme movimiento antes y después del crimen. Las conclusiones de la Iglesia indican que el crimen fue preparado con antelación y se contó con apoyo del Ejército.
Según Melgar, se hace muy sospechoso que Arzú, quien ordenó una investigación que no llegó a ninguna conclusión, se esforzara en matizar el crimen como pasional.
La Iglesia, al igual que la fiscalía, concluyeron el martes sus argumentos y serán los acusados quienes ahora tendrán oportunidad de defenderse cuando los abogados defensores presenten sus conclusiones el miércoles.
Se espera que la sentencia sea emitida al final de esta semana.