ZAMBOANGA, Filipinas.- Tras calificar de "vil" la supuesta decapitación de un rehén estadounidense de origen peruano, la presidenta filipina Gloria Macapagal Arroyo intensificó el martes los esfuerzos militares por dar con los secuestradores.
Por la tarde, las tropas recorrían el área donde la guerrilla Abu Sayyaf informó que había matado a Guillermo Sobero, residente de Corona, California.
Las autoridades dijeron que no habían encontrado su cadáver, pero añadieron que habían hallado un torso decapitado en el otro lado de la isla donde los rebeldes capturaron el lunes a 15 personas.
El jefe de estado mayor de las fuerzas armadas, Diomedio Villanueva, dijo que el cadáver era de un ciudadano filipino.
"Definitivamente no es de Sobero", dijo Villanueva a The Associated Press, y añadió que la policía nacional filipina "ya había comprobado esto".
No obstante, si bien se mantenía la esperanza de que el jefe rebelde Abu Sabaya hubiese mentido para impresionar, Villanueva dijo que una fuerza de inteligencia militar había informado que era "muy, muy alta" la probabilidad de que los rebeldes hubiesen matado a Soberno.
Sobero, de 40 años y originario de Perú, se encontraba entre los 28 rehenes, incluidos tres estadounidenses, tomados por Abu Sayyaf el 27 de mayo en un balneario del Mar de Sulu. Los secuestradores después atacaron un hospital y una plantación en la isla de Basilan, en el sur.
Sabaya dio cuenta de la muerte de Sobero en una llamada telefónica matutina a la emisora Radio Mindanao. Anunció el asesinato como un ''regalo'' por el Día de la Independencia del país, y anunció que divulgaría más tarde una cinta de vídeo.
"Hemos liberado incondicionalmente a un estadounidense, nuestro amigo Guillermo, pero lo liberamos sin cabeza", dijo Sabaya.
Trató de ridiculizar a la presidenta Arroyo, quien ha ordenado una guerra total contra Abu Sayyaf. El comando asegura que lucha por una nación islámica en Filipinas, de mayoría católica. El gobierno califica a los rebeldes de bandoleros.
"Díganle a Gloria que se apresure y resuelva esto con su operación de rescate, porque podría quedarse sin rehenes", advirtió.
Amenazó con matar a los clérigos musulmanes o ulamas, quienes consideraron el lunes que los actos del Abu Sayyaf iban contra las creencias islámicas.
"Ellos deberían ser los primeros en combatir a quienes nos oprimen", dijo Sabaya. "Ahora están cooperando con el gobierno. Un día decapitaré a los ulamas también".
Arroyo, quien ha ofrecido dos millones de dólares en recompensa por la captura de miembros de Abu Sayyaf, dijo que el grupo "pisotea los valores de toda la humanidad".
"El supuesto asesinato del señor Sobero fortalece nuestra resolución para diezmar de una vez por todas a este grupo de bandoleros de sangre fría", dijo.
"Ellos cometieron este acto vil para probar que no son niños que emiten amenazas vacías, subrayando el carácter repulsivo y perverso del Abu Sayyaf".