SKOPJE, Macedonia.- Los enviados occidentales intentaban este jueves salvar las conversaciones de paz en Macedonia, en medio de sospechas de que los políticos albaneses tratan de lograr que la OTAN supervise una división del frágil país.
El enviado de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Peter Feith, viajó a la capital, Skopje, y el jefe de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Javier Solana, realizó una nueva visita después que el Presidente macedonio, Boris Trajkovski, dijo que las conversaciones estaban "totalmente estancadas".
Fuentes diplomáticas dijeron que los negociadores de Macedonia y de la etnia albanesa acordaron reanudar este jueves en la noche las conversaciones para convencer a los rebeldes de etnia albanesa que controlan el norte de Macedonia de que depongan las armas.
Sin embargo, pese a la fuerte presión occidental, que continuó durante una cena ofrecida por Trajkovski el miércoles en la noche, los albaneses mantenían sus demandas de cambios constitucionales radicales, que según los diplomáticos equivalen a una federalización del estado. "No hay nadie en la comunidad internacional que crea que su posición es razonable", dijo una fuente diplomática.
"Si ellos creen que vamos a ayudarlos a crear una Macedonia federal, deberían pensarlo dos veces", agregó.
No obstante, el diplomático dijo que al demandar un veto de una tercera parte de la población a todas las decisiones clave del gobierno, los políticos albaneses podrían estar tratando de estancar las conversaciones más allá del fin de una tregua prevista a durar hasta la semana próxima.
El objetivo de los políticos albaneses podría ser lograr que la OTAN, que ordenó preparativos para una operación limitada en Macedonia una vez logrado un acuerdo de paz, intervengan para separar a las dos partes, sabiendo que la alianza está desesperada por evitar otra guerra balcánica. "Existe la sospecha de que eso es lo que quieren (...) ganar tiempo para hacer que la OTAN supervise la demarcación de líneas y estamos dejando en claro que eso no va a suceder", dijo.
"Es por eso que (el secretario general de la OTAN George) Robertson envió una segunda carta", agregó. La epistola, enviada a Trajkovski el miércoles, después que los embajadores de la OTAN en Bruselas accedieron a delinear una operación que involucra a unos 3.000 soldados, resalta que debe haber una tregua duradera antes de que pueda haber una fuerza de la OTAN.