BEIJING.- Al menos diez miembros de la secta neobudista Falun Gong (Rueda de la Vida) se han suicidado en un campo de trabajos forzados de la provincia de Heilonjiang, norte de China, denunció hoy el Centro de Información de Derechos Humanos y Democracia.
La fuente agregó, en una nota enviada a la prensa extranjera, que el pasado 20 de junio quince seguidores del grupo intentaron ahorcarse en el citado campo de trabajos forzados, de los cuales al menos diez murieron.
El Centro de Información, con sede en Hong Kong y presidido por Frank Lu, ex dirigente del movimiento pro democrático de Tiananmen (junio de 1989), añade que varios portavoces de Falun Gong no creen en este suicidio y denuncian que fueron torturados hasta la muerte.
Desde que Falun Gong fue prohibido por la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo), en julio de 1999, tras ser tachado de "culto diabólico", al menos 130 seguidores han muerto mientras se encontraban en dependencias policiales.
La organización disidente calcula que más de 10.000 miembros de Falun Gong han sido internados en campos de reeducación mediante el trabajo, conocidos en China como "laogais".
Falun Gong, que dice contar con cien millones de seguidores en el mundo, de ellos sesenta millones en China, está dirigido desde Estados Unidos por Li Hongzi, quien afirma es una reencarnación de Buda.
El movimiento místico es una combinación de principios budistas, taoístas, supersticiones y artes marciales que en su día fue considerado por el Ejecutivo de Beijing como la mayor amenaza para la supervivencia del Partido Comunista Chino (PCCh).