WASHINGTON.- El canciller boliviano, Javier Murillo de la Rocha, admitió el domingo que en Bolivia existe una situación política preocupante a raíz del mal estado de la salud del Presidente de la República, Hugo Banzer, pero aclaró que no se está pensando en este momento en un sucesor del gobernante, quien está internado afectado de cáncer en un hospital de Washington.
"La salud de un Primer Mandatario siempre tiene connotaciones de Estado", dijo. "En ese sentido, la opinión pública en Bolivia ha reaccionado obviamente con preocupación".
Banzer fue internado el viernes en el Hospital Militar Walter Reed y los médicos le detectaron cáncer al pulmón y el hígado, según el ministro de Información boliviano, Manfredo Kempff, quien calificó la salud del Presidente como "grave".
Todo lo que se conoce de la salud presidencial proviene de las declaraciones de Kempff, quien se encuentra en Washington junto al Primer Mandatario. Fuentes bolivianas dijeron que en esta semana se organizaría una rueda de prensa con médicos que atienden al Presidente.
Consultado sobre si sabía de alguna nueva información de la salud de Banzer, el canciller Murillo dijo: "No. Primero, no soy un facultativo y segundo, estoy apenas llegando".
Kempff dijo ayer que Banzer estaba "de buen ánimo y mucho coraje".
Murillo, quien habló con reporteros en el aeropuerto nacional Ronald Reagan, pidió que el tema de la salud presidencial fuera manejado con "mucha ponderación, con tranquilidad y con respeto".
Dijo que el Gobierno de La Paz pedirá al Congreso una prolongación por hasta 30 días de la permanencia de Banzer fuera de territorio boliviano, gestión que "se hará en los próximos días".
"El Presidente va a regresar, ya sea en la fecha prevista en esa prolongación o en otra que se pueda acordar".
Consultado sobre si en Bolivia se estaba pensando en una transferencia de la presidencia, Murillo contestó: "No, no, en absoluto. No existe razón alguna".
Explicó que el Presidente interino -que actualmente es el vicepresidente Jorge Quiroga- asume las funciones con todas las facultades cuando el Presidente está ausente. Y, constitucionalmente, Quiroga sería el sucesor en caso de la renuncia de Banzer por enfermedad.
"El Presidente, desde que inició su mandato, ha estado ausente más de 30 veces del territorio nacional, obviamente por otras circunstancias", dijo. "Pero, desde el punto de las estipulaciones constitucionales, (para este caso) no existe ningún cambio".
Murillo dijo que su llegada hoy a Washington no se debía a que el Presidente estuviera hospitalizado, sino a una "agenda concertada hace más de un mes, que tiene por objeto conocer a las nuevas autoridades de la Casa Blanca y el Capitolio".
"Este tipo de agenda es absolutamente lógico si se tiene en cuenta el diálogo fluido que siempre ha existido entre los Estados Unidos y Bolivia, más allá de que, sin duda, voy a estar a disposición (del Presidente) para cualquier tipo de consulta", declaró.
Fuentes de la embajada boliviana en Washington dijeron que Murillo tenía previsto entrevistarse, en su visita de cuatro días, con Condoleeza Rice, la asesora de seguridad nacional del Presidente George W. Bush, funcionarios del Departamento de Estado sobre ayuda internacional y legisladores miembros de varios comités.
Bolivia preside actualmente los consejos de presidentes y de cancilleres de la Comunidad Andina de Naciones y Murillo dijo que aprovechará esta visita para mencionar en sus diálogos el deseo de esas naciones para la renovación de la ley de preferencias arancelarias andinas, conocida como ATPA.
La ley expira en diciembre luego de 10 años de vigencia de haber favorecido a Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia como compensación de parte de sus gastos en la lucha antidrogas. Esas naciones están pidiendo que en la prórroga se incluya a Venezuela que, junto con las cuatro primeras, es el quinto miembro de la comunidad andina.