LIMA - El electo Presidente peruano, Alejandro Toledo, asumirá el poder el próximo 28 con la demanda mayoritaria de la población de generar trabajo y vencer la crisis económica, además de la difícil tarea de traer al ex Presidente Alberto Fujimori, según una encuesta publicada hoy.
Toledo es actualmente aprobado por el 59% de los peruanos, pero un 22% cree que no terminará su período en 2006, de acuerdo con el sondeo de la empresa Apoyo.
El futuro gobernante recibirá la banda presidencial el próximo 28 de su antecesor, Valentín Paniagua, mandatario del gobierno de transición, que goza de la aprobación del 71% de los peruanos y que quisiera ser visto nuevamente en Palacio en 2006 (62%).
El líder del partido Perú Posible tendrá como principal problema la desocupación (78%), seguido por la crisis económica (62%), la pobreza (47%), traer a Fujimori al Perú (33%) y combatir la corrupción (32%), entre otros.
Sólo el 49% de peruanos cree que Toledo logrará traer a Fujimori al Perú para que responda ante la justicia por el abandono de cargo hecho el año pasado y la red de corrupción encabezada por su ex asesor Vladimiro Montesinos.
Fujimori se refugió en Japón en noviembre pasado, amparado en su nacionalidad japonesa, pero la mayoría (69%) cree que las acusaciones en su contra se justifican. Un 21% considera que es víctima de una persecusión política.
En tanto, el gobierno de Paniagua tiene como su principal logro el haber capturado a Montesinos, según el 55% de los encuestados.
Una muestra definitiva de confianza para el gobierno toledista sería cumplir con sus promesas electorales (77%), concertar con los demás grupos políticos (29%) o que el futuro Presidente se someta a la prueba de ADN (27%) para confirmar -como él dice- que no tiene una hija extramatrimonial, uno de los más sensibles cuestionamientos hecho a su persona durante la pasada campaña electoral.
El estilo Toledo inspira controversia puesto que, de un lado, más del 50% aprueba que los futuros ministros de Defensa y del Interior sean civiles, pero, del otro, el 55% considera inadecuada su decisión de inaugurar su gobierno en las alturas de la ciudadela inca Machu Picchu.
El 57% tiene esperanza respecto al quinquenio de Toledo, un 21% siente temor y un 20% incertidumbre.