QUITO.- Miles de empleados públicos se sumaron el martes a una huelga de los médicos que ya se prolonga por dos semanas, pero de inmediato el ministro de Gobierno, Juan Manrique, advirtió que aplicará "mano firme" para mantener el orden.
El gobierno del Presidente Gustavo Noboa, en el poder desde enero del 2000, encara también advertencias de protestas en el campo por parte del poderoso movimiento indígena, cuyos dirigentes consideran que sus demandas no han sido atendidas por las autoridades.
"No se puede tener simplemente el desorden, el tumulto, la protesta, la paralización, como mecanismos usados para los reclamos", dijo Manrique.
"Vamos a tener una mano muy firme para hacer entender a este país que debe haber un momento en que debe imperar el orden y la sensatez", dijo en una entrevista televisiva.
El ministro hizo la advertencia a 16.000 médicos que laboran en hospitales estatales, que están en huelga hace 15 días, y a unos 41.000 empleados públicos que iniciaron hoy una huelga nacional. Los huelguistas demandan sustanciales aumentos salariales.
El presidente de la Federación Nacional de Médicos, Héctor Jarrín, aseguró que los sueldos de los galenos están entre 52 dólares y 280 dólares mensuales, calificándolos de "insuficientes para vivir con dignidad".
Un aviso de prensa del gobierno exhibiendo tablas salariales precisó la víspera que los ingresos reales de los médicos eran casi del triple de lo que ellos dicen percibir
"Las afirmaciones del gobierno, que no son reales", expresó Jarrín.
Añadió que "no vamos a hacer una guerra de declaraciones ni de publicaciones, pero lo que recibimos en nuestras manos es mucho menos de lo que dice el gobierno".
El presidente del Consejo Nacional de Servidores Públicos, Bolívar Bayancela, expresó que los empleados públicos acudirán a sus oficinas pero "no vamos a laborar".
"Nuestra protesta consiste en una medida de brazos caídos y asambleas hasta ser escuchados por las autoridades", afirmó.
Explicó que en la protesta participan los empleados de ministerios y otras instituciones de servicio estatal, donde no se prestó atención al público.
Inicialmente el paro se anunció con una duración de 24 horas, pero Bayancela en declaraciones a la televisión no descartó que fuera por tiempo indeterminado.
Argumentó que aspiran al aumento de sus salarios en un 100% aspiración a la que califican como "un planteamiento muy justo porque nadie puede vivir con 90 ó 100 dólares mensuales".
Manrique explicó que el régimen "ya no puede hacer más...Tenemos que adaptar nuestra economía a las situaciones reales. Nadie está satisfecho con lo que gana", enfatizó.