BONN.- Europa y Estados Unidos se encontraban el miércoles en curso de colisión por el calentamiento global, con los europeos hablando de posibilidades de salvar el acuerdo de Kioto y Washington insistiendo en rechazarlo.
Mientras los ministros llegaban a la ciudad alemana de Bonn para las conversaciones sobre cómo implementar el Protocolo de Kioto sobre la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, el presidente europeo de la reunión dijo sentirse optimista de que pudieran rescatar el pacto.
Sin embargo, el Presidente estadounidense, George W. Bush, quien viajó a Europa en una gira que incluirá la cumbre del Grupo de los Ocho este fin de semana en Italia, reiteró que el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo no tendrá nada más que ver con Kioto.
En contraste con la política de su predecesor, Bill Clinton, Bush aseguró que el protocolo perjudicaría la economía estadounidense.
La Unión Europea dijo que tratará de conseguir que otras potencias industriales, principalmente Japón, respalden el acuerdo, a pesar del rechazo estadounidense.
La UE quiere que en las conversaciones de Bonn se resuelvan detalles sobre el funcionamiento de Kioto para permitir que los estados los conviertan en ley.
Un funcionario estadounidense de alto rango en Bonn dijo a Reuters que las propuestas alternativas prometidas por Bush para reducir las emisiones de dióxido de carbono y otros gases a los que se atribuye el calentamiento global no estarán listas para otras conversaciones de la ONU, conocidas como COP7, a finales de octubre, en Marruecos.
Eso podría poner a Japón en una situación difícil. Tokio ha estado tratando de no aislar a Washington, pero también quiere que el acuerdo, cuyo borrador fue redactado en su antigua capital, entre en vigor el año próximo.
El gobierno japonés dice que no debe ser demorado indefinidamente en espera de las contrapropuestas estadounidenses.
"Japón ciertamente ha dejado en claro que le gustaría ver algo antes de COP7. La Unión Europea ha dicho lo mismo", declaró el funcionario estadounidense a Reuters. "Dudo mucho que esté listo para entonces".
Bush, un ex petrolero texano a quién los activistas del medio ambiente acusan de preocuparse más por las ganancias que por el planeta, dijo que quiere reducir las emisiones de gases, incluyendo el dióxido de carbono de fábricas y autos.
Sin embargo, dijo que no está de acuerdo con el método de Kioto, que impone estrictas reducciones sólo a las potencias industriales ricas.
"Creemos que deberíamos todos trabajar juntos para reducir los gases de efecto invernadero", dijo Bush en una entrevista concedida a la BBC antes de partir de Washington con destino a Londres. "Sin embargo, el protocolo que heredé no es la forma apropiada de proceder".
Las conversaciones en la antigua capital alemana, que comenzaron el lunes y están previstas a extenderse por dos semanas, con la presencia de ministros del jueves al domingo, se concentrarán en aspectos específicos de la ejecución del pacto de Kioto, tales como el método que se usará para calcular las emisiones.