DUBAI.- El líder palestino Yasser Arafat llegó el domingo a Arabia Saudita en busca de apoyo político y económico, mientras Israel intensificaba una alerta de seguridad ante temores de una venganza palestina.
El embajador palestino ante el reino, Mustafa Hashem al-Sheikh, dijo a Reuters que Arafat se reuniría con el rey Fahd, con el príncipe de la corona, Abdullah y con el ministro de Defensa, el príncipe sultán, en Yidda durante su visita de dos días a fin de discutir el levantamiento palestino contra la ocupación israelí que ya lleva 10 meses.
La agencia oficial de noticias de Arabia Saudita informó que el rey Fahd se reunió con Arafat tras su llegada y que los dos discutieron "temas árabes, islámicos e internacionales".
La agencia no proporcionó otros detalles sobre el encuentro.
Arafat visitó Jordania a primera hora del domingo para tratar la organización de una cumbre árabe de emergencia sobre la situación en Oriente Medio.
"Discutirá asuntos que son importantes para la continuidad de la Intifada (levantamiento), dijo al-Sheikh por teléfono desde Riyadh.
Mientras tanto, Israel intensificó una alerta de seguridad al iniciarse el domingo su semana laboral, ante el temor de que extremistas palestinos traten de vengar la muerte de tres palestinos, entre ellos un bebé de tres meses.
En la Franja de Gaza, soldados israelíes mataron a un palestino apenas horas después de que el Grupo de los Ocho, en Génova, instara a enviar observadores a la región.
Fuentes de la seguridad palestina dijeron que el hombre, de 48 años, murió cuando un proyectil disparado por un tanque israelí hizo blanco en su vivienda.
El ejército israelí dijo que los soldados dispararon las ametralladoras del tanque contra "dos terroristas armados" que habían atacado una posta militar.
La violencia subrayó la creciente preocupación internacional de que los meses de derramamiento de sangre podrían devenir en una guerra abierta.
La cumbre anual en Génova del Grupo de los Ocho países más industrializado instó a Israel y los palestinos a aceptar el despliegue de observadores extranjeros y dijo que no podían quedarse impasibles ante el deterioro de la situación en Oriente Medio.
Las radioemisoras israelíes informaron que la policía montó bloqueos viales en varias zonas de la norteña ciudad de Haifa, tras recibir información de que un extremista suicida se encontraba en las cercanías.
Los informes dijeron que un palestino sospechoso de colocar una bomba en Haifa fue detenido y que la policía buscada a un segundo sospechoso.
Un portavoz de las autoridades manifestó que todo el incidente estaba bajo censura.
El ministro israelí de Relaciones Exteriores, Shimon Peres, en comentarios a Radio Israel, pareció anuente a un mecanismo de supervisión si a los enviados se les cataloga como "supervisores", en lugar de "observadores".
"Nunca nos opusimos a las actividades de vigilancia, pero sí a observadores como los que hay en el Líbano y otros lugares", dijo Peres.
Israel ha dicho que los observadores extranjeros servirían de escudo para lo que ellos califican de terrorismo palestino. Los palestinos han estado pidiendo protección internacional contra lo que denominan agresión israelí.
Volviendo su atención a preocupaciones más inmediatas, los periódicos israelíes publicaron enormes titulares que decían, "Serias advertencias de ataques de venganza", tras la muerte el jueves de tres palestinos cerca de Hebrón, Cisjordania.
Una portavoz policial israelí dijo que las autoridades, en un estado mayor de alerta desde el comienzo en septiembre de 2000 de la revuelta palestina en pro de su independencia, habían incrementado su presencia en sitios públicos.