LA HABANA.- Flanqueado por dirigentes comunistas y un nieto del iraní Ayatola Jomeini, el presidente Fidel Castro avanzó este jueves al frente de más de un millón de personas gritando consignas contra Estados Unidos.
A bordo de un vehículo rústico militar, el Presidente y su invitado iraní descendieron juntos del auto, pocos minutos antes del inicio de la marcha, para luego recorrer en unos 20 minutos poco más de dos kilómetros, entre el edificio de la Sección de Intereses de Estados Unidos y una plazoleta posterior a la misión norteamericana.
Detrás de los dirigentes, cientos de miles de personas, congregadas desde la madrugada, avanzaron por el resto de los seis kilómetros que conforman la vía costera de La Habana, o el famoso Malecón.
Castro, quien vistió zapatillas deportivas y una camisa manga larga roja debajo de su sempiterno uniforme verde militar, recorrió sudoroso el tramo del Malecón mientras a su alrededor se oían gritos de la multitud "Cuba sí, yanquis no" y "Cese el terrorismo contra Cuba".
Un poco más atrás, un compacto grupo de militares avanzó con el ministro de Defensa, Raúl Castro, acompañado de altos oficiales y varios delegados castrenses chinos.
El presidente, quien cumplirá 75 años el 13 de agosto próximo, ha mantenido prácticamente sin cambios su actividad pública, con frecuentes discursos y actos, a pesar de sufrir un breve desfallecimiento el 23 de junio pasado durante una manifestación a las afueras de La Habana.
La marcha fue en conmemoración del 48 aniversario del llamado asalto al cuartel Moncada.
El 26 de julio de 1953 fuerzas dirigidas por el entonces guerrillero Castro y su hermano menor Raúl, junto a otro centenar de jóvenes, asaltaron al cuartel en el oriente del país.
Desde entonces el evento es recordado aquí como el inicio de las acciones contra la entonces dictadura de Fulgencio Batista, derrocado por la revolución de Castro en enero de 1959.
Tradicionalmente se conmemora con grandes concentraciones cada año en una o varias ciudades de la isla y con discursos del presidente y, en contadas ocasiones, de su hermano.
En cuanto a la presencia del dirigente iraní, el canciller Felipe Pérez Roque, en diálogo con periodistas tras participar en la marcha, indicó que en correspondencia a una visita realizada por Castro a Irán en mayo pasado, el gobierno de La Habana invitó a venir a la isla Hassan Jomeini, uno de los nietos del fallecido líder de la revolución islámica, el Ayatola Jomeini.
Según Pérez Roque, el visitante, quien llegó a Cuba el lunes en la noche, manifestó su interés por participar en el acto de este jueves, que congregó a cerca del 10% de la población cubana, de 11 millones de habitantes. El gobierno ha dicho que la visita tiene carácter privado, sin que se reporte hasta cuándo permanecerá Jomeini en Cuba.
Además de conmemorar el ataque, en el que murieron 61 de los asaltantes, la marcha lleva consignas permanentes en el discurso político cubano desde hace por lo menos tres décadas: levantar el embargo económico estadounidense así como la derogación de otras leyes.
La más reciente causa es reclamar la liberación de cinco agentes cubanos, declarados culpables de espionaje en junio pasado por una corte en Miami, donde permanecen detenidos.