NICOLOSI, Sicilia.- La erupción del volcán italiano Etna no mostró señales de moderación este sábado, mientras los equipos de protección civil trabajaban sin descanso para mantener alejados los ríos de lava de un centro turístico y una estación científica de control.
El aeropuerto de Catania, en la base del volcán más alto y más activo de Europa, permanecía cerrado por segunda vez desde que comenzó la última erupción, hasta que las cenizas que han teñido de negro sus pistas sean retiradas.
El cierre del aeropuerto, que tuvo que dejar de operar durante dos días a principios de semana, y la cancelación de algunos vuelos charter, fue una nueva señal de que la erupción está afectando a la economía local.
Pero la verdadera preocupación era el Refugio de Sapienza, un complejo de edificios que sirve como punto de partida para excursiones y que tiene restaurantes, tiendas y una estación científica de control clave.
La lava alcanzó un vehículo que se hallaba estacionado cerca del complejo de edificios y destruyó un cobertizo de madera, mientras que la erupción ya destruyó un campo de esquí.