CUSCO.- El flamante Presidente peruano, Alejandro Toledo, protagonizó este domingo un ritual inca en la monumental ciudadela de Machu Picchu, en un cósmico reencuentro con sus ancestros y con la "fuerza telúrica" de los milenarios dioses de la historia peruana.
"Hoy te agradezco, Perú profundo, por este noble privilegio. tengo empeñado los minutos de mi vida para luchar por todos los peruanos", enfatizó el flamante Mandatario desde las alturas de Machu Pichu.
Cusco, considerada la capital arqueológica de América, se convirtió este domingo en escenario de una serie de ceremonias milenarias, tan antiguas como el Perú y los orígenes de sus ricas culturas, que se desarrollaron en el corazón de los Andes, pero también en la costa y la selva.
El Presidente Toledo se erigió así como el primer Mandatario peruano en la historia republicana de su país en jurar de manera simbólica en el mismo lugar donde hace cientos de años los incas realizaron ofrendas a los Apus (cerros) y a la Pachamama (tierra madre).
Ofrenda en el fuego, en medio del extraordinario y armonioso sonido de los tradicionales instrumentos musicales autóctonos, fue una de las primeras expresiones del panteísmo que Toledo veneró en Machu Picchu.
La ceremonia se realizó en presencia de los presidentes de Chile y Costa Rica, Ricardo Lagos y Miguel Angel Rodríguez, respectivamente, asi como del Príncipe Felipe de España, y decenas de jefes de misiones oficiales y connotadas figuras políticas.
Fue el acto del Perú milenario, que Toledo definió en un mensaje desde Machu Picchu, lugar al que definió como el más emblemático del "Perú profundo". Toledo enfatizó que la "fuerza y coraje" que le "dieron los Apus, para luchar cinco campañas en el camino para recuperar la democracia", y eso -dijo- le ha permitido ahora comprometerse a luchar para sacar al país de la crisis.
"Hoy se inicia un nuevo amanecer democrático irreversible para un Perú que busca ser competitivo en un mundo global", dijo el flamante Presidente. "Hoy se reinicia el reencuentro de todas la sangres. Necesitamos integrarnos sin exclusión y sin marginación. He dicho todas las sangres, esas que se mutan, que cambian... las sociedades modernas tienen hoy un enorme reto, reto que tiene que hacer frente a un mundo moderno", dijo Toledo.
El Mandatario peruano prometió "en estos cerros ser todo lo que está a mi alcance para alcanzar la modernidad, la globalidad, la identidad nacional. Pongo como testigo ante el Perú y el mundo estas murallas milenarias, gloria de nuestro pasado, que haré todo lo que está a mi alcance para compatibilizar estos dos objetivos, luchemos con firmeza para derrocar a la pobreza en el Perú".
En esta ceremonia simbólica se leyó la Declaración de Machu Picchu, que suscribieron horas antes los mandatarios andinos, en presencia de otros presidentes invitados, a través del cual se resalta la defensa de la democracia, la defensa de los derechos humanos, de los derechos cívicos, en particular de las comunidades indígenas sobre el principios de la no discriminación.
Asimismo la consolidación de las democracias, y en ese contexto, se propuso la creación de una mesa de trabajo para mantener viva la presencia de las comunidades indígenas de cada uno de los Estados miembros para su natural y activa participación en la vida de cada pueblo indígena.
La ceremonia, que duró apenas una hora, se realizó en medio de un sol radiante pero a los pocos minutos se debió adelantar el acto debido a los cambios de las condiciones climáticas en las alturas de Machu Picchu.
Autoridades ediles y pobladores del Cusco, vistiendo sus trajes típicos, llegaron hasta el estrado que ocupaba Toledo para entregarle una serie de ofrendas, entre ellas los objetos rituales de los distintos puntos del Cusco (Antisuyo, Contisuyo, Chincaysuyo y Collasuyo).
En medio del sonido de las quenas y "pututus", Toledo y su esposa francesa Eliane Karp, recibieron el homenaje de las autoridades que aún conservan la tradición de la memoria de los incas. Le presentaron al jefe del Estado peruano los productos rituales, textiles, animales, fetos de llamas, alpacas, hojas de coca, flores, maíz, y otros productos vegetales, frutos de la tierra o Pachamama.
Eliane Karp ofreció un discurso en lengua quechua con una serie de expresiones de reconocimiento histórico a la cultura inca y a su legendario imperio. Cientos de "pututos" (instrumentos de viento de origen incaico) sonaron en la inmensidad de los aires que azotan los Apus que protegen Machu Picchu, asi como en la imponente y majestuosa y poderosa fortaleza de Sacsahuamán, otrora fortín del ejército incaico.
Cusco, a 1.100 kilómetros al sur de Lima, es el principal atractivo turístico del Perú, donde miles de visitantes nacionales y extranjeros recorren anualmente todos sus ambientes de rica naturaleza milenaria.
La plaza principal de Machu Picchu, en el centro de la ciudadela inca, se alza a unos 3.000 metros sobre el nivel del mar y muy "cerca de las nubes" y de las poderosas cumbres donde habitan "los dioses", como lo entienden los habitantes del Cusco.
No más de 250 invitados especiales y miembros de misiones oficiales a la transmisión del mando, estuvieron en el santuario de Machu Picchu.