WASHINGTON.- El gobierno del Presidente George W. Bush reafirmó este jueves su voluntad de abrir las fronteras estadounidenses a los camiones mexicanos, tras la amenaza de su homólogo mexicano, Vicente Fox, de prohibir el acceso de su país a los camiones estadounidenses como represalia de la votación que ayer registrara una enmienda en Congreso estadounidense.
"El presidente sigue determinado a solucionar este problema", declaró una portavoz de la Casa Blanca, Claire Buchan, consultada sobre la advertencia de Fox.
Recordó que Bush estaba dispuesto a vetar las medidas aprobadas recientemente por el Congreso que bloquean la libre circulación de camiones mexicanos en territorio estadounidense, y que violan las disposiciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
El Senado de Estados Unidos aprobó el miércoles una controvertida enmienda que bloquea la libre circulación de los camiones mexicanos en las carreteras del país, mientras la Cámara baja votó restricciones incluso más fuertes en junio pasado.
Según la portavoz, Bush espera que la oposición de los parlamentarios a la entrada de camiones mexicanos quede atrás durante las negociaciones que tendrán lugar entre ambas cámaras en setiembre para redactar un proyecto de ley común.
Buchan reconoció que las disposiciones del TLCAN permiten a México adoptar medidas de represalia si Estados Unidos continúa oponiéndose a la libre circulación de los camiones mexicanos.
Más temprano este jueves, el portavoz presidencial, Ari Fleischer, había denunciado los argumentos esgrimidos por los legisladores estadounidenses sobre la falta de seguridad de los camiones mexicanos, basados "en estadísticas dudosas y desiguales para los camioneros mexicanos".
Estados Unidos, México y Canadá son socios en el TLCAN desde 1994. El acuerdo prevé un acceso general de los camiones de cada uno de los tres países al territorio de los otros dos socios desde enero del 2000, pero hasta ahora los mexicanos no pueden avanzar más de 33 km tras pasar la frontera estadounidense, pues luego deben traspasar su carga a camiones norteamericanos.
Bush deseaba que el Senado rechazara la enmienda antes de recibir a Fox en Washington el 1 de setiembre y previo a la visita del canciller azteca Jorge Castañeda a su colega estadounidense Colin Powell, prevista para el 9 de agosto.