LIMA.- El presidente Alejandro Toledo declaró el lunes que su predecesor Alberto Fujimori tiene todas las garantías de que la justicia peruana actuará con autonomía y limpieza en su caso, y ofreció como garantía la presencia de observadores internacionales que supervisen el proceso judicial.
Toledo sostuvo que su gobierno no desea caer en venganzas y persecuciones, pero dijo que es necesario garantizar que no habrá impunidad.
Fujimori, quien actualmente reside en Japón, enfrenta en Perú investigaciones sobre presunta responsabilidad en violaciones a los derechos humanos, enriquecimiento ilícito y complicidad en otros delitos atribuidos a ex funcionarios de su gobierno.
No obstante, el ex gobernante afirma que es objeto de una persecución política y se ampara en la nacionalidad japonesa que le concedió el gobierno nipón en su condición de hijo de inmigrantes japoneses.
"El gobierno de Alejandro Toledo le proporciona todas las garantías al señor Fujimori para que pueda tener un proceso limpio, justo y transparente ante la justicia peruana", afirmó Toledo en una reunión con las agencias internacionales de noticias.
Agregó que observadores internacionales de la Corte de La Haya de Europa y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos podrían venir a Perú para supervisar que se realice un proceso justo, "como una voluntad de garantizar la independencia del poder judicial".
Fujimori afirma que no regresará a Perú porque no tiene garantías de un poder judicial independiente.
El ex mandatario fue destituido por incapacidad moral por el Congreso en noviembre tras abandonar Perú y refugiarse a Japón, en medio de un grave escándalo de corrupción en el que se vio involucrado su ex hombre de confianza, el hoy encausado ex jefe de inteligencia Vladimiro Montesinos.
Su nacionalidad japonesa se ha erigido en un gran obstáculo para la justicia peruana, en el caso de querer solicitar su extradición, puesto que las leyes japonesas impiden la extradición de ciudadanos nipones.
Al respecto, Toledo se mostró cauto y dijo que desea mantener las relaciones con Japón en un nivel "de mutuo respeto, altura, de estado a estado, amistoso", de manera de estimular las inversiones privadas japonesas en el Perú e incrementar el comercio.
"Yo no quiero romper, debilitar (las relaciones con Japón), yo quiero acercarme más, pero tenemos que resolver el tema de Fujimori", dijo.
"Japón no va a comprar la impunidad con dinero", aseveró.
Toledo asumió el mando el 28 de julio último, asegurando que será implacable en la lucha contra la corrupción.