WASHINGTON.- El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, defendió hoy su controvertida decisión de limitar al mínimo la investigación con células "madre" embrionarias por los "peligros" y "promesas" que ofrecen ese tipo de investigaciones.
En un mensaje enviado hoy al país por radio, Bush dijo que su decisión supone un equilibrio entre las promesas científicas y los riesgos morales, y señaló que, en este contexto, era preciso actuar "con mucho cuidado".
Bush anunció el jueves por la noche que aprobaba el uso de fondos para investigar con estas células, pero restringidos a las 60 líneas de células existentes que están disponibles.
La decisión de Bush ha sido mal acogida por la comunidad científica, decepcionada por los límites establecidos a una investigación que consideran prometedora, pero bien recibida por algunas organizaciones religiosas y otras opuestas al aborto.
De esa decisión depende el futuro de la investigación con esas células, que podría ayudar a encontrar nuevos métodos para tratar enfermedades como las de Parkinson o Alzheimer, la diabetes e incluso el cáncer.
Desde que el jueves pasado anunció que había tomado una decisión al respecto, el presidente estadounidense ha explicado en varias ocasiones a la nación su postura, ante la recepción mixta con la que ha sido recibida.
Ayer, viernes, indicó, en una entrevista con la cadena de televisión ABC, que se tomó su tiempo para tomar la decisión, aunque tampoco le supuso una fuerte tensión moral.
Hoy dedicó su habitual mensaje por radio a repetir prácticamente los mismos argumentos que expuso en su solemne comparecencia del jueves por la noche, emitida en directo por la televisión en horario de máxima audiencia.
"En adelante, espero estar siempre guiado tanto por el intelecto como por el corazón, tanto por la capacidad como por la conciencia", indicó.
"La investigación con células "madre" embrionarias ofrece grandes promesas y grandes peligros. Así que he decidido que hay que actuar con cuidado", dijo hoy Bush.
Según el presidente, la investigación con las 60 líneas existentes "alberga grandes promesas que pueden llevar a descubrimiento de terapias y curas", y "fueron creadas de embriones que ya han sido destruidos y que tienen la habilidad de regenerarse de forma indefinida".
La procedencia de las células de embriones humanos las hacen muy controvertidas, ya que su uso suscita un encendido debate sobre la ética y moral que subyace en la utilización de embriones, aunque sea con fines médicos.