JERUSALEN.- Con la policía en pie de guerra, el ejército en alerta máxima, con las ciudades palestinas sometidas a un bloqueo reforzado, Israel vivía este viernes una sicosis del atentado pocos días después de dos ataques suicidas en su territorio.
El estado de alerta decretado el jueves en el norte de Israel por temor a un atentado palestino fue prolongado al viernes mientras el ejército acentuaba el bloqueo de tres ciudades de Cisjordania.
La prensa israelí daba cuenta en sus titulares del viernes sobre los riesgos de atentado inminente, contribuyendo así al nerviosismo ambiente.
"!Riesgo de un atentado de Hamas (Movimiento de la resistencia islámica)!", tituló el cotidiano Yedio Ajaronot. "Alerta máxima por temor a ataques con bombas", anunciaba el Maariv.
La policía relajó un tanto su dispositivo pero mantuvo retenes en las principales rutas del norte de Israel, en particular en el valle de Izreel, en las entradas del puerto de Haifa y en la región de Hedera, al noreste de Tel-Aviv.
El estado de alerta máximo había sido establecido el miércoles en la noche en el norte luego de informaciones no confirmadas sobre la presencia de un kamikaze palestino llevando explosivos.
La policía también fue mantenida en estado alerta en el sector de Jerusalén luego de informaciones sobre preparativos de atentado.
Esas informaciones, menos recientes, daban cuenta de la llegada de un kamikaze, desde la región Kalkiliya (noroeste de Cisjordania).
Las patrullas de militares y guardias fronterizos, acompañados cada vez más por perros especialmente entrenados para detectar explosivos, fueron reforzadas, en particular en torno al mercado central de Jerusalén oeste.
Por otra parte, un oficial superior israelí advirtió contra las tentativas de infiltración de un coche-bomba a partir de la Franja de Gaza.
El militar, que pidió mantener el anonimato, destacó que los disparos de morteros palestinos desde la Franja de Gaza contra objetivos israelíes se hacían cada vez más precisos. También estimó que la miseria que reina en dicha región "con una tasa de desempleo del 50%" empujaba a los palestinos a acciones desesperadas.
En Cisjordania, el ejército reforzó el bloqueo de las localidades autónomas de Belén (sur), Ramala y Kalkiliya para impedir a los palestinos rodear los retenes e ingresar a Israel, indicó un portavoz militar.
Los atentados o tentativas de atentados palestinos se han multiplicado en los últimos diez días, marcados por dos atentados suicidas que provocaron la muerte de quince personas, además de sus autores, e hirieron a un centenar.
Desde que comenzó la Intifada el 28 de septiembre, 146 israelíes han muerto por palestinos, y casi cuatro veces más de palestinos perecieron por los israelíes, pero la proporción de víctimas israelíes está en continuado aumento.
Una aplastante mayoría de israelíes no cree que el primer ministro israelí Ariel Sharon conseguirá controlar las violencias de la Intifada palestina, según un sondeo publicado el viernes por el diario Maariv.