BAGE.- El millonario aeronauta estadounidense Steve Fossett despertó decepcionado, pero descansado, el sábado, un día después de verse obligado a desistir en su último intento por circunnavegar la Tierra, poco tiempo después de haber completado la mitad del viaje.
Luego de encontrar tormentas eléctricas en Sudamérica y considerar la posibilidad de enfrentar más problemas meteorológicos sobre el Atlántico sur, el millonario aterrizó su globo en un rancho ganadero en el sur de Brasil el viernes.
"Bueno, saben, estoy muy decepcionado", dijo Fossett poco después de despertar en su hotel. "Pero realmente descansé mucho".
Sin embargo, el empresario de 57 años, oriundo de Chicago, parecía estar de buen humor, entregándole botones con el distintivo de su viaje a todo aquel que se lo pida.
Fossett se tomó la mañana para descansar, recorriendo las calles empedradas de esta ciudad de 180.000 habitantes, cerca de la frontera con Uruguay. Se detuvo un par de veces en algunas tiendas y se compró dos pares de zapatos y una bolsa.
De regreso a su hotel, Fossett se sorprendió cuando recibió informes de que personas curiosas habían tomado el maltrecho camino de tierra que llevaba a la zona de aterrizaje y que muchos le tomaban fotografías a sus hijos montados en la góndola del globo.
"Eso no es bueno, hay mucho equipo delicado ahí", dijo por medio de un traductor a funcionarios de aviación locales, a quienes les pidió que transportaran la góndola al aeropuerto local para tenerla a salvo.
Fossett dijo que descansaría hasta el martes en el hotel. El principal administrador del vuelo debía llegar el mismo sábado y luego los dos irían a visitar la zona de aterrizaje el domingo. Su personal permanecería en la ciudad cuando menos una semana.