TEL AVIV.- El Presidente israelí, Moshe Katzav, apoya a los partidarios de separar unilateralmente el país de los territorios palestinos y, en declaraciones hoy al diario "Haaretz", afirma que en la situación actual, Israel no tiene otra opción.
Según Katzav, el ejército debería retirarse en los territorios de Cisjordania a una línea divisioria que demarque las zonas aún controladas totalmente por Israel. El objetivo sería lograr una mayor seguridad para los ciudadanos israelíes.
El mandatario dejó claro que esta "frontera unilateral" no tendría ningún significado político y que las fronteras definitivas deberían ser fijadas en negociaciones. Aún así, se mostró convencido de que esta separación podría provocar una mayor presión internacional sobre la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Sin embargo, el ejército israelí considera que la separación unilateral es una "solución problemática" desde el punto de vista jurídico, político, diplomático y logístico.
Al contrario que en el tema de la retirada del sur de Líbano, en Israel no hay un consenso amplio acerca de una vuelta a la "línea verde".
La cúpula militar considera que las otras dos opciones posibles son la declaración de la ANP como enemigo y la consecuente declaración de guerra o, por otra parte, la reanudación de las negociaciones de paz con la base del acuerdo de Taba de enero pasado y bajo mediación internacional.
También el ex ministro del Exterior israelí, el laborista Shlomo Ben Ami, se muestra contrario a la separación unilateral, ya que considera que esto podría provocar una guerra duradera entre Israel y palestinos, árabes y el mundo musulmán. El Primer Ministro, Ariel Sharon, también ha rechazado esta iniciativa.
Israel no cumplió con la tercera retirada parcial de las tropas de los territorios ocupados que, según los acuerdos de Oslo, tendría que haberse producido en junio, lo que provocó duras críticas de los palestinos.
