DUBLIN.- Poniendo fin a décadas de resentimientos, el principal partido católico en el gobierno de coparticipación en Irlanda del Norte anunció el lunes que instará a los católicos a incorporarse a la policía de la provincia, predominantemente protestante.
El Partido Social Demócrata y Laborista (SDLP), de orientación moderada, anunció su decisión horas después que los obispos católicos lanzaron una exhortación similar a que sus feligreses acepten las reformas propuestas británicas para la policía del territorio.
El SDLP dijo que designará a miembros para una junta civil, un compromiso que buscaban los británicos desde que hace dos años revelaron los planes de reforma policial como parte del pacto de paz de 1998.
El dirigente del SDLP John Hume, Premio Nóbel de la Paz, dijo que "responderemos en forma positiva" a la invitación a incorporarse a la junta "y alentaremos a todos los sectores de la comunidad a unirse al nuevo servicio de policía".
La iniciativa católica suscitó esperanzas de que puedan resolverse otras disputas que amenazaban desintegrar el gobierno conjunto católico-protestante. Pero el partido católico menor en la coalición, Sinn Fein, dijo que no se sumaba al SDLP en apoyar la reforma policial.
Anteriormente, en una declaración, los obispos católicos norirlandeses dijeron que los planes británicos para transformar la policía de la provincia en una fuerza más receptiva a los católicos merece el respaldo total de los católicos sin intimidación alguna a los reclutas católicos.
"Creemos que es hora de que quienes desean sinceramente un servicio policial justo, imparcial y representativo aprovechen la oportunidad que se presenta y ejerciten su influencia para lograr dicho servicio", dijeron los obispos, encabezados por el primado irlandés, el arzobispo de Armagh, Sean Brady.
Refiriéndose a los ataques cometidos en el pasado por el Ejército Republicano Irlandés contra los reclutas católicos y sus familias, dijeron que "los jóvenes católicos deben sentirse plenamente libres para decidir si participar o no en el nuevo servicio policial. La falta de respeto a ese derecho, en cualquier forma, sería una profunda contravención a sus derechos humanos".