NACIONES UNIDAS, Nueva York.- El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) reanuda una reunión urgente sobre Oriente Medio con pocas posibilidades de que se adopte una resolución sobre el conflicto y un único denominador común entre los países participantes: la necesidad de aplicar el plan Mitchell.
En medio de fuertes críticas a Israel por sus ataques contra los palestinos, que consideran agresiones, los países árabes y del "Movimiento de No Alineados" (MNA) reclamaron a la ONU que proteja al pueblo palestino y actúe en consecuencia con los principios que dieron origen a la organización.
Los países árabes y del MNA repudiaron el impedimento israelí a la libre circulación de civiles en los territorios ocupados, su negación a pagar a los palestinos los ingresos por concepto de aduanas en las fronteras y las más recientes incursiones israelíes.
"La impunidad que las autoridades israelíes parecen tener es inadmisible", señaló Moctar Ouane, embajador de Mali, país miembro de la Conferencia Islámica, que solicitó esta reunión.
Sin embargo, Estados Unidos, el mayor aliado de Israel declaró que "las acciones del Consejo de Seguridad no pueden remediar la situación", desalentando a muchos países no islámicos, que han evitado mencionar la consecución de una resolución final o la posibilidad de enviar un grupo de observadores para controlar la región.
Israel justificó la incursión de sus tropas en la Casa de Oriente en Jerusalén este, la sede oficiosa de la Autoridad Nacional Palestina, "por razones de seguridad".
Yehuda Lancry, embajador israelí ante la ONU, manifestó que en ese lugar se organizaban actividades terroristas palestinas. Una amplia mayoría de países pidió que Israel retorne a las posturas que mantenía antes de las incursiones en Jerusalén oriental e hizo un llamamiento a las dos partes para que apliquen las recomendaciones hechas por el comité investigador liderado por el ex senador estadounidense, George Mitchell.
El Plan Mitchell, como se conoce, establece como condición preliminar para reanudar las conversaciones de paz que se abra un período de cese de la violencia y se restituya la confianza entre las partes. "No hay otra opción que la política y esto se traduce en el diálogo entre las partes pues la escalada de violencia es intolerable", manifestó Jean Ruyt, embajador de Bélgica, país que preside la Unión Europea.
Medio centenar de países participan en esta reunión urgente, que continuará hoy, aunque de momento no está previsto que se apruebe ninguna resolución. "Aún tenemos que decidir el tipo de procedimiento ya que nadie ha presentado ninguna resolución", manifestó el embajador colombiano Alfonso Valdivieso, que preside el Consejo de Seguridad durante el mes de agosto.
Los palestinos presentarán hoy un borrador de resolución que ha circulado por las Naciones Unidas durante los últimos días, que exige la retirada de Israel a las posiciones que mantenía en septiembre del 2000 y el despliegue de observadores internacionales en la zona.
"No debe ser una resolución impositiva para Israel sino que la ONU inste al gobierno israelí a cumplir con los principios del Plan Mitchell", explicó el observador permanente palestino, Nasser Al-Kidwa.
Pocos diplomáticos creen que esta iniciativa pueda prosperar, en vista de los antecedentes estadounidenses de utilizar su poder de veto para evitar la aprobación de un documento sobre el asunto.