MADRID.- La policía detuvo a ocho presuntos etarras la madrugada del miércoles y confiscó armas, explosivos y un vehículo cargado con dinamita y listo para ser detonado, en varias redadas efectuadas en el país vasco, dijeron las autoridades.
La Ertzaintza, la policía regional vasca, allanó varias viviendas durante la madrugada en las poblaciones de Zizurkil, Zaldibia y Lasarte, dijo el Consejero del interior del gobierno vasco, Javier Balza.
En conferencia de prensa, Balza dijo que se trató de "la operación policial más importante contra la infraestructura de ETA desde los años 80" en la provincia de Guipúzcoa. Agregó que la operación continuará. Indicó que la policía regional actuó por orden del juez Baltasar Garzón, el magistrado investigador de la Audiencia Nacional.
Balza dijo que la policía confiscó armas, 160 kilos de explosivos, teléfonos celulares y un vehículo robado hace dos meses que estaba oculto en un garaje de Lasarte y que era preparado para ser detonado de inmediato.
Despachos de prensa dijeron que dos mujeres y cuatro hombres con edades entre los 23 y los 28 años fueron detenidos y que al parecer algunos de ellos están relacionados con el asesinato cometido el 15 de julio de un político local y un agente de la Ertzaintza. Balza dijo que la operación logró desmantelar el comando Buruntza de ETA.
La organización proscrita vasca ha matado a 35 personas desde que puso fin a una tregua unilateral de 14 meses en enero del 2000. El grupo ha asesinado a más de 800 personas desde que empuñó las armas en 1968 para lograr la independencia del país vasco.
Las fuerzas de seguridad españolas fueron alertadas durante la temporada estival ante el recrudecimiento de la violencia de ETA. El sábado, un vehículo cargado con explosivos estalló frente a un hotel de Salou, una localidad playera de la costa catalana situada al sur de Barcelona, obligando a evacuar dos hoteles e hiriendo levemente a 13 personas, 11 de ellas turistas. La policía dijo haber recibido una llamada telefónica de alerta poco antes de la explosión de una persona que dijo representar a ETA.
En julio, una etarra de 22 años murió al estallarle la bomba que preparaba en el apartamento de una playa levantina. Nueve personas resultaron levemente heridas en esa explosión. Un día después, la policía desactivó una poderosa bomba colocada en un vehículo estacionado en el aeropuerto de Málaga.