BOGOTA.- El gobierno de Colombia negó la noche de este jueves que haya congelado las negociaciones de paz que lleva a cabo con la guerrilla de las FARC, al tiempo que pidió a ese grupo cumplir la promesa de liberar a tres cooperantes alemanes que secuestró el 18 de julio.
En un comunicado, el consejero presidencial para la paz, Camilo Gómez, dijo que recibió con "sorpresa" una carta de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), en la que éstas le preguntaban si la suspensión de un encuentro previsto para el pasado 16 de agosto implicaba un congelamiento del diálogo por parte del Ejecutivo.
"El gobierno ha sido muy claro y sincero en el sentido de que nuestra intención ha sido y sigue siendo la de avanzar en el proceso y concretar acuerdos lo más pronto posible", señaló Gómez. "Por eso siempre hemos dicho, también con mucha sinceridad, que para avanzar es necesario no dilatar y mucho menos congelar el proceso", agregó.
En la nota, el asesor gubernamental también reclamó a la jefatura rebelde cumplir su compromiso de liberar a los hermanos alemanes Ulrich y Thomas Kuenzel, y al técnico también alemán Rainer Bruchman, secuestrados por un comando de las FARC en el municipio de Silvia (650 km al suoroeste de Bogotá, en el departamento de Cauca).
Thomas Kuenzel es el director de la Agencia de Cooperación Técnica Alemana (GTZ, por sus siglas en alemán). "Es muy importante resaltar que las FARC se comprometieron a que en caso de estar en su poder, los cooperantes alemanes serían liberados de inmediato", subrayó el alto comisionado para la paz.
Gómez indicó que para tales efectos "debemos manifestar que estamos listos a realizar la coordinación logística que sea necesaria para lograr que esa determinación de las FARC, comunicada al gobierno y la comunidad internacional, sea efectiva a la mayor brevedad posible".
"Quedamos a la espera del pronto desarrollo de la liberación de esos ciudadanos", puntualizó.
El gobierno del Presidente Andrés Pastrana y las FARC -la mayor fuerza guerrillera del país con unos 16.500 combatientes- llevan a cabo el proceso de paz desde el 7 de enero de 1999, pero no han pactado un cese al fuego ni suscrito ningún otro acuerdo sustantivo.
Las conversaciones se celebran en una zona selvática desmilitarizada de 42.000 km2 al sur del país, bajo control de la insurgencia desde noviembre de 1998. La carta de las FARC se conoció mientras el ejército y la aviación militar proseguían con una vasta ofensiva contra posiciones del grupo marxista en el sureste de Colombia, con un saldo de decenas de bajas en las filas rebeldes, según los militares.
El alto mando castrense anunció su decisión de aniquilar o lograr la rendición de más de 2.000 insurgentes de las FARC que dice tener cercados en las selvas de los departamentos de Guaviare, Guainía, Meta y Vichada (sureste).