MADRID.- La Guardia Civil española detuvo la madrugada del viernes a seis personas en la región de Cataluña, en una operación contra el grupo separatista vasco ETA en la que se incautó más de 250 kilos de explosivos, dijo el ministro del Interior, Mariano Rajoy.
"Era un comando de ETA establecido en Barcelona que estaba formado por tres miembros liberados (...) y por otros tres colaboradores legales", dijo Rajoy en una rueda de prensa desde la ciudad de Pontevedra.
Según Rajoy, uno de los detenidos formó parte del comando Barcelona desarticulado en enero, al que se le atribuyen varios atentados mortales en Cataluña, como los cometidos contra los concejales del Partido Popular José Luis Ruiz Casado y Francisco Cano Consuegra y contra el ex ministro socialista Ernest Lluch.
La Guardia Civil llevó a cabo redadas en diferentes pisos de las ciudades de Barcelona y Terrasa en los que se incautó, además de los explosivos, cuatro pistolas, un subfusil, detonadores, placas de matrículas falsas y material para la confección de artefactos explosivos, añadió Rajoy.
El ministro dijo que la operación, que continúa abierta y ha sido coordinada por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, permitió la desarticulación del comando en su totalidad, aunque no descartó que se lleven a cabo más detenciones.
Rajoy resaltó que se trata del undécimo comando de ETA detenido en el 2001 y el séptimo realizado por la Guardia Civil, y que con su desarticulación se han evitado atentados contra personas e intereses turísticos.
El ministro identificó a los tres liberados con causas judiciales pendientes como Fernando García Jodrá, Unai López y Nerea Bengoa.
Según Rajoy, García Jodrá formaba parte del comando de Barcelona desarticulado en enero de este año y que se fugó durante la operación. Los miembros no fichados por la policía del comando son Pedro Alvarez, Aurelia Comas y Laura Riera, dijo el ministro.
Rajoy señaló que la operación del viernes no tiene relación con la llevada a cabo el miércoles en la provincia de Guipúzcoa, donde la policía vasca detuvo a ocho personas y localizó un coche bomba a punto de ser preparado para un atentado, además de incautarse unos 185 kilos de explosivos y numerosas armas.
