LA HAYA.- El ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic tiene mañana su segunda cita con el Tribunal Penal Internacional de La Haya, que le acusa de crímenes contra la humanidad y al que él considera ilegal.
La sesión de mañana, denominada en la jerga del tribunal "status conference", es preparatoria del juicio y en ella "debe fijarse la estrategia de defensa de Milosevic", dijo a EFE Florence Hartmann, portavoz del tribunal que juzga los delitos de guerra en la antigua Yugoslavia (TPIY).
En esas sesiones comparecen por primera vez ante el juez británico Richard May la acusación y la defensa para clarificar los aspectos técnicos del desarrollo del juicio.
El tribunal desconoce a menos de 24 horas de la sesión cuál será la estrategia que adoptará el ex líder yugoslavo, que en su primera comparecencia, el pasado 3 de julio, asistió sin abogado defensor y rechazó la competencia para juzgarle del TPIY, al que tachó de "ilegal" porque no fue creado por la Asamblea General de la ONU.
"A priori, viene sin abogado", dijo a EFE la portavoz, que afirmó desconocer qué línea de defensa adoptará o, incluso, si comparecerá.
Otras fuentes del Tribunal señalaron que Milosevic tiene la posibilidad de ejercer su propia defensa.
Si tampoco opta por esta vía y mantiene su negativa a nombrar un abogado, el TPIY puede designar uno de oficio, agregaron las fuentes.
En esas sesiones tanto la acusación (que ejerce la fiscal jefe del TPIY, Carla del Ponte) como la defensa informan a los jueces de los preparativos para la celebración del juicio.
La pasada semana, tres abogados, denunciaron ante la justicia de Holanda, en nombre de Milosevic, su detención por el Tribunal Penal de La Haya, al que acusaron de tenerle "secuestrado" y de ser "un tribunal de represión de la ONU, orquestado por Estados Unidos".
La denuncia, al igual que el rechazó expresado por Milosevic en su primera comparecencia ante el TPIY el 3 de julio, se basa en que dicho tribunal fue creado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y no por la Asamblea General, que representa a todos los países miembros de la ONU.
El tribunal holandés que se ocupa de la denuncia, ante el que los abogados solicitaron que libere inmediatamente a Milosevic y le envíe a Yugoslavia, tiene previsto emitir su fallo el próximo viernes.
En su primera comparecencia ante el TPIY, Milosevic rechazó la legitimidad del tribunal para juzgarle y rehusó responder ante los cargos de los que se le acusa (crímenes contra la humanidad y violación de las leyes de la guerra en Kosovo en 1999).
Aunque no ha nombrado abogado defensor, Milosevic ha podido hablar en tres ocasiones en el centro de detención del TPIY en Scheveningen, en las afueras de La Haya, con el ex secretario de Justicia estadounidense Ramsey Clark, quien solicitó autorización para entrevistarse con él.
Según fuentes del tribunal, aunque Clark no es su abogado en este caso, se hizo una excepción "temporal" por las circunstancias especiales que plantea la ausencia de defensa y por la necesidad de que Milosevic tenga consejo legal sobre su posición en el Tribunal.
El ex presidente yugoslavo fue acusado por el TPIY en mayo de 1999, junto a otros cuatro altos cargos de Serbia y Yugoslavia, de "crímenes contra la humanidad y de violación de las leyes y costumbres de la guerra" por su responsabilidad en los sucesos ocurridos en la provincia serbia de Kosovo en 1999.
La fiscal jefe del tribunal, Carla del Ponte, se refirió a la posibilidad de que se pudieran ampliar los cargos a otros crímenes relacionados con los conflictos de Croacia y Bosnia-Herzegovina.
Milosevic, de 60 años, fue detenido por las autoridades de Serbia el pasado 1 de abril y extraditado a La Haya el 29 de junio.
Desde entonces está en la prisión de Scheveningen, donde están también otros 40 detenidos acusados de crímenes cometidos en los conflictos de la década de los 90 en los Balcanes, y con los que Milosevic rechazó tener ningún contacto.